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lunes, 27 de abril de 2020

Dónde están los subecerros ? Y dónde las entradas para subir cerros ?

Llegamos con Annemarie puntualmente a las 8:30 al punto de reunión….. (alguien cree eso???)…

Trancemos en que llegamos al punto de reunión y no había nadie. Esperamos y no llego nadie.

Nuestra apuesta es que a lo menos la Sole iba a asistir y asi tener una excelente compañera y relatora que describiera la actividad de hoy. Pero no fue asi. Todos los subecerros cumpliendo al pie de la letra las ordenes de la autoridad y encerrados en sus casas. La verdad que después de pasar toda una mañana en la naturaleza, respirando aire puro, cruzándose a lo lejos con algunos caminantes o ciclistas, se hace difícil entender esta forma de enfrentar la pandemia. Pero como dice un amigo, hay que salir nomas y no publicarlo. Pero los Subecerros son la publicación de sus actividades, asi que salimos y publicamos.

Santuario de la Naturaleza
Cual será nuestro destino hoy. La idea es aprovechar de hacer algo nuevo, y cercano. Pocas posibilidades… Yo tenia en mente hace tiempo volver al Santuario de la Naturaleza, destino habitual de mis inicios en bicicleta los domingos en la mañana y que luego abandonamos completamente. Hacia allá nos dirigimos, llegamos exactamente a las 9:00 AM hora de apertura, pero nos encontramos con un letrero de cerrado por el Coronavirus.

cartel Santuario
Plan B. No había plan B. Ya que estábamos allí, lo obvio eran los Llanos de Javier, pero la reja estaba cerrada, los cercos reforzados, cualquier intento de ingreso era una abierta violación a “Propiedad Privada”.

En nuevo Plan B fue intentar entrar a algún cerro en esa zona. Recorrimos varias entradas posibles, como el camino Huallalolen, que siempre pensé que podía dar un acceso alternativo a las cumbres de Pochoco, Pochocon, etc., pero no… acceso ninguno.

anfiteatro
Bueno, si no se puede por este lado, será por el otro. A la altura del Hansel y Gretel pasamos al otro lado del Estero el Arrayán y por el camino Refugios del Arrayán comenzamos a remontar hasta encontrarnos con una barrera. En “mis tiempos” uno podía, pero ahora la Comunidad Copropietarios Parcelación Quebrada Los Quillayes, prohíben el acceso a sus parcelas y a todo lo que hay más allá de sus parcelas. Más bajo el Condominio Hijuelas del Arrayán con la misma política, pero no es interesante ya que esta en una zona intermedia que no da acceso a nada. Volviendo, la única entrada hacia los cerros antes de llegar al Pueblito de Barnechea es Valle Escondido, pero este desde el primer día se configuró como un acceso privado.

Ta definitivamente “Privá” la cosa por esa zona

Anne Marie
A esas alturas se nos ocurrió que una cosa no tan novedosa, pero si distinta, era subir a las Varas desde la Shell. Antiguamente una vez habíamos hecho lo inverso, subir por la Varas y bajar hasta, en esa época, la Terpel.

vista ruta posible
Los departamentos que construyeron y las cercas que reforzaron los de la Minera Anglo American hacen imposible hoy el paso desde la bomba de bencina al cerro. Así que en auto doblamos hacia Quinchamalí y a poco andar encontramos dos pasadas factibles hacia el cerro. Estacionamos el auto en la calle Las Añañucas y nos internamos.

vista norte
La subida, pendiente, pero no tan pronunciada, con un agradable brisa nos llevo rápidamente hasta el anfiteatro, nuestra cumbre de hoy, donde degustamos tradicionales frutos secos y baile de Paneuritma. El regreso por la misma ruta, donde observamos más de algún caminante y ciclista.

Una linda jornada con muchos Subecerros ausentes.

Saludos,

Francisco

vista Santiago
(texto y fotos de Francisco Toyos)

lunes, 20 de abril de 2020

Domingo 19 de abril

Pandemia de coronavirus, confinados desde marzo, seguro muchos estamos asustados porque
nuestra edad es de riesgo. Primera vez que se tiene la experiencia de vivir una pandemia minuto a
minuto, simultáneamente en la mayor parte de la tierra. Miramos durante semanas los cerros solo
por la ventana, lo mejor ha sido el silencio y la limpieza del aire de las ciudades, soñamos con que
además termine la sequía. Echo de menos los amigos subecerros y por eso se levanta la
cuarentena, después de 2 semanas no me es fácil abstenerme de partir para los cerros, más de
alguno llegará. Así fue, Francisco y Anne Marie, ya estaban con mascarilla e incluso con
escafandra Esperamos unos buenos minutos, quisimos llamar a Pancho que asegurábamos querría
estar ahí, pero lo dejamos descansar. Francisco y la Anne Marie quisieron compartir un sendero
que habían realizado la semana pasada, así es que los seguí, en auto separado para mantener más
de un metro de distancia.

Soledad
El sendero era en la Dehesa, la quebrada inmediatamente al oriente de Santa Martina, se parte
desde el colegio Montetabor, en Pie andino, pasamos bajo una reja, pues la puerta que da a la
quebrada estaba esta vez cerrada, es un sendero municipal que bordea lo que ahora, mirando
Google me entero se llama quebrada Las Hualtatas o Gualtatas, que viene de Santa Martina. Así
cerro arriba, muy suave, apto para realizar después del reposo de cuarentena, nos fuimos
encontrando con muchos ciclistas, familias enteras con niños y perros, un papá joven en bicicleta
que tiraba a su hijo de 2 años también en bicicleta, lamento que no salió la foto que le solicité.
Francisco exploraba preparando el camino para llevar a sus nietos en la semana, cruzamos varias
veces el estero y colocaba piedras para que sus nietos puedan atravesar. Tiene sorpresas este
lugar, árboles de formas raras, huesos de animales, restos de animales muertos hace poco, pero lo
mejor es que se llega a la conjunción de dos esteros, el Hualtatas y el Maqui, que viene de la
quebrada que vemos desde la virgen de las caballerizas, esto lo logro ahora distinguir en Google
maps satelital.

Francisco y Anne Marie
Al final hay un secreto, por pocos conocidos, Francisco el explorador lo compartió, una cascada del
Estero El Maqui, rodeada de piedras suavizadas por el abundante caudal que alguna vez las bañó
sin cesar, de todos modos ahora el agua nos refrescó en un día caluroso de abril y el relajante
sonido del agua nos acompañó gran parte del sendero.

Anne Marie en la cascada
A la vuelta, conversamos a la sombra de una plaza municipal otoñal preciosa, con escalones de
durmientes y rodeada de agapantos, cactus celestes, quercus rubra rojos, peumos con frutos
rojos, el suelo cubierto de semillas de peumo y hojas otoñales.

Anne Marie y atrás Francisco
Despedida con los codos y esperamos seguir caminando sanos y salvos, muchas gracias por la
compañía y el compartir.

Francisco y Anne Marie
(texto de Soledad Tagle)