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domingo, 18 de noviembre de 2007

Che la suma por el frente de la Ermita

El cerro fue un maestro para varios en el día de hoy. Nuestra conversación era de coaching y la dinámica que se dio en la subida fue coherente con la dinámica que se fue dando en un coaching prácticamente grupal al sujeto de este ejercicio: yo.

Enredados hasta decir ya basta íbamos a contra arbusto, rama, árbol, Jorge, MElena, Mabel, Pancho y Yo. En cuatro patas en algunas partes, gateando en un piso de tierra y hojas que aseguraban excelente tierra de hojas, pero igual levantábamos el polvo que penetró nuestros pulmones y recordó a uno del equipo el riesgo de hanta que esto pudiera ser. Espero que nada le pase a nadie, pues como experiencia fue genial.

La vista hacia el cajón de La Ermita es hermosa. Antes de llegar a la cumbre la disfrutamos acompañados de un viento que refrescaba cualquier calor que el día soleado nos pudiera esta dando.

La vuelta no fue menos escaramuza, pero con la guía del coach (Jorge), todo fue un éxito.

Nos dimos el gusto en un momento de la bajada de experimentar la rabia a chuchá limpia y a todo pulmón, cada uno conectando con lo que fuera les activara esa emoción. Las fotos son elocuentes.
Algunas eran novatas en estas lides vociferantes, así que la conmoción fue de fiesta.

Que completo paseo fue este y un grupo perfecto. Gracias a todos digo yo, el más beneficiado en particular por haberme puesto de coachee en manos del experto Jorge Milla.



sábado, 17 de noviembre de 2007

Por la ruta de las 3 tazas del Alto del Naranjo

Bueno, el domingo pasado partimos Pancho, Mabel, Rebeca, Jorge Milla y Yo, al Alto del Naranjo, pero para variar nos fuimos por el camino que sale hacia abajo justo en la puerta que queda en la primera canaleta.

Pasamos en agua y poco mas allá arrancamos cerro arriba. Bordeamos el esterito que es el que viene de Vallecito y pasamos unos pozones con cascadas incluidas que me recordaron las 7 tazas y jugamos con ponerle las 3 tazas.

Nos fuimos por la vereda oriente del cauce a campo travieso, abriendo camino o mas bien haciendo una ruta a lo derecho hacia arriba. Pancho, quien lideraba al grupa se hirió la frente que sangró su poco.





En un momento definimos irnos buscando la pasada hacia la ruta que llega a Vallecito y volver por la ruta habitual de bajada del Alto del Naranjo.

Llegamos hasta una roca donde puedes ver al grupo descansando y de ahí en adelante fue prácticamente de bajada.

En Vallecito nos topamos con muchos jóvenes que en distintos grupos jugaban y hacían sus actividades como los que fotografié en esta imagen. Buena onda y cordiales los chiquillos, me dijeron "sáquenos otra tío".

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Pancracio, el gato

El domingo fuimos al alto la Maria Elena, Martín, Pancracio y yo.

La idea era dejar al gato en libertad, devolverlo a su ambiente natural, ese lugar que le corresponde a los animales, vivir cerca de la tierra del agua, las plantas, árboles y flores. Y para comer muchas ratas y conejos...todo un festín.

Pancracio iba entregado, él ya sabia lo que le esperaba...me había escuchado tantas veces reclamar. !Nadie cuida a este gato que maulla tanto! ¿quién le va a dar comida?, y ¿porqué no lo sacan afuera para que sepa lo que es la vida?
Era incomprensible para mí que el gato viviera enjaulado entre cuatro paredes, acaso ¿era un gato sin curiosidad?. Manuel un par de veces bajó con él al jardín del edificio y tiritaba de susto., se escondía debajo de las terrazas paralizado , !increíble pero cierto! Habíamos criado un gato maricón.

Pancracio: espero verte un dia de estos en los cerros, espero que hayas podido sobrevivir a pesar de la poca experiencia en terreno o por último; espero que al fin hayas podido disfrutar algunos momentos de libertad.