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domingo, 28 de noviembre de 2021

Cuando uno menos se lo espera suceden cosas heavy

Donde Pancho nos encontramos Pancho, Francisco Toyos, Víctor Bunster, Soledad Tagle y yo, Gabriel Bunster.
Los acontecimientos de salud y vida, se tomaron la escena tempranamente.
Nos fuimos adonde siempre, en la vecindad de la universidad de Los Andes.

La vida fluye y .. de repente, se produce un quiebre, un tropiezo, algo inesperado.
La vida se pone en jaque o simplemente, la vida se termina.
En estos temas anduvimos, en un estado de ánimo algo afectado, incluso lúgubre.


La verdad es que Francisco Toyos no llegó a la cita de encuentro, sino que nos rastreo y alcanzó, y nos sorprendió, con mucho ánimo, cuando nosotros íbamos en nuestra conversa lúgubre.

Los tiempos están poco atractivos, con poca épica, de polarización y ánimos crispados. La cosa no está fácil y menos, pensamos, para los jóvenes.
Casi es mejor no hablar de política, especialmente cuando la mayoría se carga para un mismo lado.


Caminamos lentamente y cuando parábamos, parábamos mucho rato, me parecía a mi.
Igual llegamos a nuestra baby cumbre, donde nos sentamos y degustamos las sabrosas naranjas de Pancho y frutos secos de varios. Ganaron premio los maní con miel de Víctor.

Después de unos 15 minutos de descanso, mirar la amplia vista de la ciudad de Santiago, en un día soleado, decidimos devolvernos, por donde mismo habíamos subido.
En animadas conversas llegamos a los autos tipo 12:15
Estaba en mi casa antes de la una.

jueves, 25 de noviembre de 2021

Día de elecciones

Domingo, día de elecciones, nos encaminamos al punto de encuentro donde somos 4. 

Annemarie, Francisco, Víctor y Pancho

Recuerdo que durante un tiempo me tocó votar en el Colegio Saint George en la zona de La Pirámide……. le pedía a alguien que me llevara a Lo Curro, a Vía Roja, subía el Manquehue, bajaba por El Carbón, de allí al local de votación y luego a casa. 


Ahora voto en Los Leones con Providencia, así que para hacer algo parecido, tendría que pedirle permiso a Horst Paulmann para subir y bajar las escaleras de su edificio antes de votar. Claramente no funciona. 


Fuimos al lugar de siempre e hicimos la ruta habitual. Muy poca gente en el cerro. Me confirman que siguen saliendo jueves y domingo, es decir dos veces por semana, casi sin excepción. Yo hace mucho rato que no participó los jueves. 


Como era de esperar el tema de las elecciones fue protagonista. Se manifestaron preferencias, se argumentaron razones para una u otra opción, con mucha tranquilidad y matizado con otros temas interesantes que hacen siempre muy grato participar en estas salidas. 


Retornamos temprano ya que alguno de nosotros fue a votar antes de almorzar. Se extraño la ausencia de varios y en particular de Soledad la creíamos iría si o si.

domingo, 14 de noviembre de 2021

Animado grupo de cinco en domingo primaveral

 Íbamos a ser Víctor, Pancho y yo, Gabriel, cuando aparecen la Marcela Molina con su hermano el Quique. Alegría, alegría. 


Partimos de la casa de Pancho en dos autos, adonde siempre. En la vecindad de la universidad de Los Andes.
Pasamos la puerta, que ya es solo un hueco en el cerco y torcimos a la derecha. 
El día despejado, no tan caluroso.


Buenas noticas nos comparte la Marcela. Varias. Destaco la noticia de que será abuela por segunda vez. Ya tiene un nieto de 6 meses. Ya es abuela.
Pancho celebra el estar vivo y presente aquí, en el lugar.
Eso abrirá tema después en relación a lo que es el Mindfulness. El foco de la atención puesta en todo acto, por mínimo que sea, del momento presente.
Un poco de eso ejercemos en estas caminatas de cerro.


Iban adelante Víctor y Pancho. En un cruce optan por la vereda de la izquierda. Están yéndose por la vereda más empinada, le digo a los que van conmigo.
Cuando los alcanzamos, les digo que el grupo viene preguntando, cuanto falta para llegar. A la cumbre será. Eso nos indica que debemos tomar la ruta de la derecha, a la misma baby cumbre de la semana pasada.


Esta vez Víctor nos llevará al fondo, donde se aprecia toda la vista de Santiago. Bellísimo.
Nos sentamos por aquí y por allá y nos dedicamos a degustar, naranjas y mandarinas y muchas nueces encubiertas con distintos aditivos exquisitos.
Escaseaba la sombra, pero el sol no era tan agresivo.


Descansamos, conversamos y después de un buen rato, iniciamos el retorno.
En vez de volver sobre nuestros pasos, nos descolgamos por el cerro en el flanco que miraba hacia Santiago.
Al principio nos costó encontrar la huella, pero finalmente lo hicimos.
Empinada era la bajada, pero la hicimos sin mayores tropiezos.


Quedé con los Molina con tareas pendientes. Nos juntaremos con un pariente, que no veo desde mi infancia, que hoy es un connotado Físico cuántico, a ver que nos dice él de las conclusiones que yo anduve exponiendo, en la línea de que la base de todo es la conciencia y la materia es solo una manifestación de la conciencia. Bué. Y otras cosas, entretenidas, pero nunca tanto, como el panorama que tiene la Marcela esta semana que viene, por lo canales del sur.

domingo, 7 de noviembre de 2021

De subecerros a caminantes de cerros

Cuatro seriamos en este día soleado, en que los calores empiezan a asomar.
La Rebeca llegó a mi casa y viajamos al punto de encuentro juntos.
En la casa de Pancho no encontraríamos con Pancho y Víctor.

Partimos adonde siempre, en la zona de la universidad de Los Andes. Claro, le decía a mi hermano, ya no nos tiramos derecho para arriba tras una cumbre, torcemos de inmediato a la derecha y vamos ascendiendo lentamente, hasta lo que hoy llamamos una baby cumbre. Podemos echarle la culpa a la Rebeca, que pidió hacerla suave.


Atrapó mi atención el tema del arte, que le preocupa a la Rebeca, por ser ella una profesora de música, una artista de la música. 
El canto, bien cantado, te conecta con tus sentimientos, e incluso en algunos casos con el fondo del alma. Por eso pensé que cuando a la Rebeca con su amiga la hicieron cantar en ese anfiteatro en el Teatro del Lago en Frutillar, para ver si la incorporaban al coro del lugar, se sintió en el quinto cielo.


Y lo mismo, mi primo con Hela, que se lo ha pasado pintando al acuarela, cosa que nunca antes había hecho, fue descrito por nuestro ex subecerros, Caco Salazar, de que estaba accediendo al pintar al núcleo de su alma.
Son estas cosas, estos acceso al alma, estas conexiones del arte con nuestra interioridad, cosas puestas de lado, pues no rentan en plata, nuestro ídolo y único parámetro de medición ?


Caminamos lento, conversando, mucho escuchado yo. Temas de política contingente, de la que ya no quiero participar, mayormente. No hay ningún candidato que nos encante, parece que a ninguno. Y la cosa se ve más bien revuelta o fea simplemente. 
Llegamos a esa cumbre. Buscamos una buena sombra y ahí nos desplegamos, todos, menos Pancho, que permaneció de pie. 
Comimos, descansamos, bebimos y conversamos.

Partimos de vuelta y cuando ya cerca de los autos pregunté por la hora, me dijeron que era poco pasadas las 12. Bien, esta vez no recibiría los retos de la última vez, que llegué pasadas las 3, pues andaba con un grupo que claramente no quería llegar de vuelta.