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lunes, 30 de mayo de 2011

Encantadora subida a la cumbre del Guayacán

Luego de dilucidar en mi cama si me levanto o no una vez más muy temprano en domingo para juntarme con los amigos Subecerros y de recordar esa imagen imborrable mirando la ciudad de Santiago desde lo alto, llego pasadito las 8:30 a la Terpel. Estaban Gabriel y Pancho esperando.
cactus a contra luz (Paula Christensen)
Apenas subimos al auto de Pancho, comenzó la conversa en torno al tema de Hidroaysén. Estos amigos no estaban muy enterados de algunos detalles del tema y como yo estoy más o menos relacionada con Aysén, nos pusimos a hablar de energías alternativas, de generación eléctrica, de impacto ambiental, impacto socio-cultural, una serie de aristas que nos mantuvo entretenidos hasta que el cerro se puso más escarpado y el sol más fuerte. El día estaba precioso. El cielo azul a rabiar, relucían los filudos cactus en contra del sol, se mostraba La Dehesa completamente despejada y limpia, pero ya comenzaba la nube gris sobre Santiago a subir lentamente. Y nosotros también.
Gabriel y Pancho (foto de Paula Christensen)
El sendero está muy bueno, “éste es fácil” dice Gabriel, cuando mi lengua llegaba casi al suelo y necesitaba un poco de descanso. Mirando hacia la cumbre, divisamos que alguien venía bajando raudo por nuestro camino. De 70 años de edad, un caballero habitante de las casas de más abajo, había subido hasta la parte más alta a arreglar el agua, cosa que hacía habitualmente. No sabía nada de Hidroaysén, nos hablaba de las torres que había allá abajo, o quizá ya no escuchaba bien.

vista norte
Seguimos subiendo y subiendo, cada vez más cactus y un amarillo precioso de algunos arbustos, el sendero seco y un poco suelto. Nos detuvimos justo al lado del pequeño canal por donde baja el agua para disfrutar de un rico chocolate, naranjas y el jugo de papaya con manzana, exquisito, que llevaba Pancho. Variados temas como siempre surgen en este clásico momento de nuestros domingos en la mañana; la última charla, nuevas tendencias, comportamientos humanos, innovación, coaching, la infaltable web, etc. Mis dos compañeros ilustraban magníficamente el paisaje con sus poleras coloridas.
cielo azul
Entusiasmados de nuevo por llegar a la cumbre, recogimos nuestras cosas y retomamos ruta cerro arriba. Más suelto, más seco, más caluroso y más empolvado que antes, el sendero nos llevó sin parar hasta la parte más alta. Nos sentamos a todo sol y comenzamos de nuevo otra conversa, esta vez con preguntas a la dama presente acerca de su vida personal. Por suerte Gabriel tenía que estar más temprano en Santiago, me salvé, jejejeje

Una mañana encantadora, el día exquisito, excelente compañía. Sin duda vale la pena
al fondo Santiago
levantarse temprano los domingos para subir los cerros aledaños a nuestra ciudad con estos amigos.
Hay más información acerca de la posible construcción de represas en la Patagonia, estudios de energías no convencionales, fotos, etc. en mi página de Facebook.

Quedamos en que haríamos una presentación de fotos de Aysén en la casa de Pancho. Avisaremos la fecha próximamente.

Ah, otra cosa Gabriel, me metí a la página clerkhotel.com que me recomendaste y el creador del programa estuvo en Mallin Colorado hace unos 7 años? El programa es super bueno, lo voy a bajar ¡Qué chico es el mundo, gracias por insistir en este dato!

Texto y fotos de Paula Christensen, la de Mallín Colorado.

Paula Christensen

domingo, 22 de mayo de 2011

Fiesta de paisajes en la curva 32

         Suite Inglesa de Juan Sebastián Bach
Hoy nos fuimos a las alturas, casi chocamos con el cielo y las espesas nubes que cubrían las cumbres de las montañas, parecian prometer fiesta de paisajes. Nuestro destino; la curva 32 de la subida a Farellones, todo el grupo en el auto de Pancho, ibamos cinco: Gabriel de piloto, Pancho, la Consuelo y la Isabel en el asiento de atrás, y yo (Rebeca), de copiloto.

prometedora fiesta de paisajes de montaña



 Las alturas nos ofrecieron un espectáculo conmovedor, gruesas nubes se tomaron las cumbres y lucian como las tibetanas, con los rayos de sol colándose entre ellas y produciéndo una luminosidad desde lo alto hacia el valle como de cuento, o como las de esas imágenes fotochopeadas que se ven en internet.

Rebeca, Isabel, Consuelo y Pancho
Mientras hacemos viaje hasta nuestro destino, Pancho venía cargado de preguntas, que sin aviso larga una a una, esto nos obliga a despertar ya que nuestras neuronas venían aún algo adormecidas...por suerte las sabias respuestas y de grueso calibre comenzaron a surgir sin problemas, los temas eran bastante extremos... de esos que incomodan porque bordean los límites de la tolerancia: Legalidad de matrimonios entre homosexsuales, legalidad que estos mismos puedan tener y criar hijos, la opción de legalizar las drogas. La palabra "rustica" de la Consuelo la escuchamos en varias oportunidades y la terminamos usando todos para  argumentar respuestas  extremas.

Pancho observa vista hacia Santiago

Al comenzar la caminata, para mayor sorpresa nuestra, comenzaron a caer sobre nuestras cabezas, unos finos y redonditos copos de nieve, los que nos acompañaron casi todo el paseo. Con grandes carcajadas recordamos al gringo que había anunciado que ayer era el fin del mundo...ufff!!! menos mal que se equivocó el compadre porque nos hubieramos perdido este espectáculo. Entre risas y risas ayer, cuenta Gabriel, su familia a la hora de almuerzo, dejaron todos de hacer régimen porque como era el fin del mundo...se lo comieron todo.
Pancho e Isabel contemplando el paisaje
 La caminata a la altura de las nubes es distinta; el aire es frío, huele a bosta de caballos, es silencioso, hay poca vegetación y los pasos se dan más lentos en las subidas. Caminamos hasta un grupo de torres, luego las esquivamos y seguimos hasta otra torre en donde hacemos la parada para las naranjas.
Gabriel e Isabel



Pena dá ver lo sucio que aparecen estos lugares en donde estan las torres, llenas de basura en sus alrededores. Cuestiones que nos parecen básicas como limpiar luego de ensuciar, aún no se instalan en la consciencia de los chilenos. Por eso aprovecho de poner un enlace a la carta de la tierra, que es una guía para hacer los cambios necesarios (urgentes) para el cuidado de el planeta, planeta que pasa a ser parte de nuestro propio cuerpo que habitamos.
Torres a la vista
 Al bajar, entre curva y curva, aparece nuevamente nuestro amigo Pancho con sus preguntas extremas, que terminan siendo respondidas con total soltura luego de venir de las alturas, estas nos han gatillado nuevas visiones que flexibilizan nuestras neuronas que vienen algo empapadas de tolerancia y respeto, el nivel de consciencia viene altísimo, las respuestas son por tanto "magistrales" y "rústicas". 

Rebeca, Isabel y Consuelo con cielo azulado de fondo
 Finalmente para dejar tranquilas las neuronas, nos concentramos en las recetas de arroz y de martini, que nos despiertan el apetito y presurosos nos dirijimos a nuestras casas. Las palabras quedan chicas para describir lo grato, lo ameno y alegre de este paseo. Y con algo más de Bach los dejo acá con un video de Bobby McFerrin; famoso cantante que con su voz hace maravillas.


lunes, 16 de mayo de 2011

Por la ruta del Guayacán con la Jeannie

el grupo junto a los autos chatarra
Ayer tuvimos otro hermoso día soleado. Esto parece una buena cosa, pero también se puede leer como mala, pues los cerros necesitan agua y la sequía empieza a campear.

Hoy fue un día muy especial, pues apareció la Jeannie, que nos visita desde su estadía ya larga, en la India. Viene a arreglar unas cosas que tienen que ver con su patrimonio y se vuelve a su quehacer en Asia.

Jean Rowe
Un mes estará con nosotros, y recomiendo verla en instancias sociales, para escucharla hablar del mundo que está viendo por allá. A mi me quedó en la retina una frase que dijo en el sentido que esa cultura de la India vive desde el corazón, en cambio la nuestra del occidente, vivimos desde la cabeza, el penseque; y que eso se siente, y parece que se siente mejor que como se siente lo de acá.

Curiosamente,  los hombres arremetimos adelante y las mujeres, cinco en total, nos seguían a cierta distancia, la que aumentaba, pues a ellas aparentemente nada las apuraba, en cambio a nosotros, al go nos impulsaba a ir más rápido. En las bifurcaciones optábamos por esperarlas, para que no se nos fueran a ir por otro lado.

Entramos por la misma Hacienda las Varas, dejamos los autos en el mismo lugar que el domingo pasado y pusimos nuestro norte en la cumbre de atrás del cerro Guayacán al que había ido en esa ocasión.

Martín Wieland, Francisco Valdivieso y Pancho Balart
La conversación fue animada. En grupos, de a pares, tríos, etc.
Los hombres tendemos a irnos a los temas de negocios, curiosamente.
Las mujeres hablan de otras cosas.

La presencia de Martín Wieland, es factor clave para que al menos entre los hombres, las carcajadas abunden; un regalo.

Llegamos, algunos, hasta una cumbre y buscamos un mirador hacia el otro lado, donde allá abajo estaba el Estadio de la Católica y en los cerros hacia abajo se veían grupos de personas subiendo y bajando, que de seguro arrancaban desde las mismas casas que tocaban estos mismos cerros, pero ya del lado de la ciudad.

Francisco, Alejandra, Pancho y la Consuelo
Desde ese punto vi que si seguíamos hacia la izquierda la ruta nos llevaba directamente al Alto del Naranjo; una opción para otra ocasión con más tiempo.

Mucho tema de iglesia, en particular del reciente intento de suicido del sacerdote Luis Eugenio Silva. El grupo tiene una amplia diversidad de posiciones y tuve la sensación que los más elocuentes eran los cuestionadores de la iglesia, mientras que los más cercanos, optaban por guardar silencio, a menos que se les preguntara. Un claro síntoma de como están las cosas con esta iglesia que en estos tiempos ventila sus peores partes.

Un amplio grupo de nueve fuimos este día: Jeannie, Alejandra Cambiaso, Rebeca, Consuelo, Isabel Eguiguren, Martín Wieland, Francisco Valdivieso, Pancho Balart y Gabriel Bunster, que escribe.

lunes, 9 de mayo de 2011

Al cerro Guayacán en Las Varas


 
"Comienzo" de Antonio Restucci (Chile) 
 Brillante y despejada mañana otoñal de mayo, día especial por venir con eventos mil: cambio de hora, día de la madre según dicen los comerciales, especial también porque vuelve al redil nuestra amiga Paula desde Mallín Colorado acompañada por Weston Boyles, de Aspen Colorado (USA) y mi amiga y compañera de trabajo Isabel Eguiguren. 
Isabel, Francisco, Weston, Rebeca, Pancho, Paula sentada.
Junto a ellas nos encontramos con Pancho, Francisco y Gabriel para partir a la Hacienda Las Varas detrás de una nueva ruta descubierta y probada ya por Pancho y Gabriel el domingo pasado.

Grupo subiéndo el cerro, Rebeca liderando
El día estaba espectacular, veniamos abrigados porque las mañanas están frias, pero muy luego comenzamos a sacarnos ropa por lo que nuestras mochilas comenzaron a engordar a medida que avanzábamos. La hora que ganamos de luz y calor, la ibamos perdiéndo con las pausas varias para hidratarnos y observar los preciosos paisajes que aparecen detrás de cada lomita conquistada.

Sombras humanas en fila india
Caminando por el filo del cerro, aprovechando que la luz nos juega  a favor y refleja nuestras sombras, podemos entonces jugar con ella mientras la Paula se entretiene tomando fotos de este grupo de seis en fila india, otra novedad de este dia especial.

Pancho Balart
Isabel Eguiguren
Paula Christensen
Rebeca Domínguez

Gabriel Bunster
Weston Boyles
Los fotógrafos para esta salida Gabriel y la Paula, hacen de este recorrido algo mucho más ilustrativo y ameno para postear. Ella con su singular e inagotable sonrisa, nos captura con el zoom de su super cámara en varias oportunidades, mientras Gabriel más piolita, las toma sin previo aviso como es su estilo, por lo que no nos quedamos faltos de artistas expresándose visualmente en esta cálida mañana de mayo.

 El gringo Weston, nos cuenta de su último proyecto audiovisual de índole social - educacional, que lo ha tenido muy ocupado estos dias ya que trata de un documental donde se rescata el ejemplo de uno de esos héroes de estas latitudes que tiene un club de kayak y dedica una mañana a adiestrar a niños de escasos recursos en un recóndito pueblo del sur. Nos quedamos espectantes de ver su trabajo en algún futuro cercano.


 Caminando las conversaciones vienen y van, el incendio de los cerros durante la semana fué preocupante y lamentable, como también lo es el impulso de los negocios turísticos de la Patagonía cuyos aperrados emprendedores son especie que protege el ecosistema, tema muy en boga hoy en dia por los megaproyectos hidroeléctricos que se pretenden instalar. Gabriel nos cuenta del felíz resultado del proyecto Khan Academy en USA que utiliza vídeos para enseñar las ciencias.


Y así ponemos fin a la marcha de este buen domingo de mayo otoñal en el camino a Farellones, encuentro de montaña, aire más puro, sendero y grupo amistoso que gusta de disfrutar estos paisajes para poner mente y  cuerpo en armonía desde adentro hacia afuera y vicecersa.