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domingo, 7 de noviembre de 2021

De subecerros a caminantes de cerros

Cuatro seriamos en este día soleado, en que los calores empiezan a asomar.
La Rebeca llegó a mi casa y viajamos al punto de encuentro juntos.
En la casa de Pancho no encontraríamos con Pancho y Víctor.

Partimos adonde siempre, en la zona de la universidad de Los Andes. Claro, le decía a mi hermano, ya no nos tiramos derecho para arriba tras una cumbre, torcemos de inmediato a la derecha y vamos ascendiendo lentamente, hasta lo que hoy llamamos una baby cumbre. Podemos echarle la culpa a la Rebeca, que pidió hacerla suave.


Atrapó mi atención el tema del arte, que le preocupa a la Rebeca, por ser ella una profesora de música, una artista de la música. 
El canto, bien cantado, te conecta con tus sentimientos, e incluso en algunos casos con el fondo del alma. Por eso pensé que cuando a la Rebeca con su amiga la hicieron cantar en ese anfiteatro en el Teatro del Lago en Frutillar, para ver si la incorporaban al coro del lugar, se sintió en el quinto cielo.


Y lo mismo, mi primo con Hela, que se lo ha pasado pintando al acuarela, cosa que nunca antes había hecho, fue descrito por nuestro ex subecerros, Caco Salazar, de que estaba accediendo al pintar al núcleo de su alma.
Son estas cosas, estos acceso al alma, estas conexiones del arte con nuestra interioridad, cosas puestas de lado, pues no rentan en plata, nuestro ídolo y único parámetro de medición ?


Caminamos lento, conversando, mucho escuchado yo. Temas de política contingente, de la que ya no quiero participar, mayormente. No hay ningún candidato que nos encante, parece que a ninguno. Y la cosa se ve más bien revuelta o fea simplemente. 
Llegamos a esa cumbre. Buscamos una buena sombra y ahí nos desplegamos, todos, menos Pancho, que permaneció de pie. 
Comimos, descansamos, bebimos y conversamos.

Partimos de vuelta y cuando ya cerca de los autos pregunté por la hora, me dijeron que era poco pasadas las 12. Bien, esta vez no recibiría los retos de la última vez, que llegué pasadas las 3, pues andaba con un grupo que claramente no quería llegar de vuelta.

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