Páginas

lunes, 11 de mayo de 2020

Voy o no voy, al cerro ?

Voy o no voy, that is the question.
Voy, eso acordé por teléfono con Pancho, durante la semana.

Y ahí ya estaba Pancho cuando llego al punto de encuentro.
Muy enmascarado, máscara que no se sacó nunca.
Al poco rato, llegó Francisco Toyos y la Anne Marie, Felices de vernos ahí presentes.

Propongo ir a la entrada de la Ermita, que cuento con un amigo que está viviendo adentro, que me dijo que lo llamara y nos conseguía el acceso.
Lo hago y promete hacerlo.

Anne Marie, Francisco Toyos y Pancho
Partimos cada uno en su auto, por esto de la distancia social en periodo de pandemia.
Poco antes de las Varas, me llama mi amigo y me avisa que le fue mal, pues el dueño del fundo había dado instrucción que ninguna visita podía entrar. Me detengo a la entrada de Las Varas y me bajo a avisarles del problema, así que optamos por Las Varas.

Francisco
Llegamos a nuestro techito de tela kiwi y ambos cupos estaban ocupados. Nos estacionamos al frente, los tres autos, uno al lado del otro.

Pasamos frente al tranque plastificado, completamente vacío y seguimos por el camino de las torres.
Poco más allá tomamos un camino ascendente, que solemos tomar para encaminarnos a la canaleta.
Esta vez llegamos hasta esa casa en ruinas que está poco antes de la misma canaleta. Y ahí nos instalamos a degustar nuestras viandas.

Anne Marie
Tanto la Anne Marie como yo, teníamos compromisos temprano, por el día de la madre y por eso la hicimos corta. Como a las 12 en punto, estábamos tomando ya nuestros autos de vuelta.

Día soleado, fresco al principio, rico en definitiva.
Un placer especial tiene esto de salir de nuestros encierros y caminar libremente por los cerros; se lo imaginarán. Estábamos muy cocientes de ello, y lo comentamos.
Mirar a lo lejos, sentir la brisa del viento, escuchar a las aves y verlas volar, todo era más impactante que otras veces.

Pancho en el punto de encuentro
La conversa, siempre animada. La Anne Marie recibía en su casa, a su madre, y la homenajearía con erizos, locos y pescado. Nos contó detalles de las preparaciones que haría, cosa que yo interrumpí pues la salivación se me hizo excesiva.
Y todos los mariscos, comprados en erizo.cl, en Manuel Montt, a dos cuadras de la enorme casa donde vive Francisco Toyos; que entre paréntesis, nos cotó, fue donde él nació.

Gabriel

No hay comentarios.:

Publicar un comentario