La Ex Terpel figuraba llena de gente desde antes de las 8:00 pero no correspondía a ninguno de los "nuestros". Al poco rato fueron apareciendo sucesivamente Alicia Hameau, Ana María Díaz, Francisco Valdivieso, Pancho Balart y quien escribe, Lucho Latorre. Hubo grandes ausentes, cuya constancia hizo que los echáramos en falta: Gabriel, la Princesa, la Rebeca, la M. Elena, Martín, etcétera. Con todo y pese a ello, tales sentidas ausencias, no fueron óbice para que pronto nos pusiéramos de acuerdo y de este modo acometiéramos nuestro desafío del día: esta vez, la curva 32 del Camino a Farellones.
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Alicia, Ana María, Pancho, Lucho |
Un día magnífico, un panorama espléndido, quizá como nunca nos auscultaban desde baja altura, cerca nuestro, 3 cóndores y un águila que nos deleitaban con sus evoluciones aéreas. Luego, como queriendo rivalizar con tales destrezas, apareció una golondrina, con un tipo de vuelo absolutamente diferente, con giros rápidos: llamaba la atención que lo hacía entre los 5 sube cerros, casi interrumpiendo la amena conversación, como aquellos niños que no quieren perder protagonismo a riesgo de ser retados por sus padres: verdaderamente insólito y bello.
Comentábamos la eclosión de vida a esas alturas: aves, insectos, lagartijas, flores, en fin una comarca animal variopinto.
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por la ruta en travesía con Pancho de guía |
Como la subida no ofreció grandes dificultades, Pancho, que nos lideraba, optó por hacer un regreso que más que un descenso asemejaba un nuevo ascenso: en efecto, se las ingenió para que, pese a seguir subiendo, llegáramos de regreso al automóvil felices de esta nueva y mágica experiencia, con aquellos alados anfitriones.
Una vez más, una mañana de sana entretención, fecunda amistad, bastante ejercicio, en fin. salud para el cuerpo y el alma.
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Francisco y Pancho, en una cumbre |
En algún momento del descenso / ascenso, Francisco Valdivieso nos alegró con sus magníficas interpretaciones de boleros: un verdadero lujo en este equipo. Asimismo las fotografías corrieron de su parte.
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Ana María, escoltada por Lucho |
Es probable que el próximo domingo yo no sea de la partida y que a continuación tome algunos días de vacaciones, por lo que --no sin nostalgia-- me despedí hasta el domingo 27 de febrero, oportunidad en que, junto con comenzar en los hechos el año laboral, recomenzaré por mi parte estas incursiones que tanto y tanto me regalan.
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Lucho Latorre, en las altas cumbres |
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