Janett, Chepa e Isabel |
Dejamos ambos autos junto al estacionamiento de modelitos del 40 y 50 que están languideciendo donde siempre iniciamos el camino a pié y decidimos seguir por el borde sur del tranque hacia el oriente, donde nos encontramos con un buen camino, ancho que nos intrigó bastante por su buen estado ya que no parece conducir a ninguna torre de alta tensión ni tampoco a otra instalación que amerite ese tipo de camino.....la conversación fluyó animada entre los cuatro, poniéndonos al día de las novedades de cada uno ya que hacía tiempo que no nos encontrábamos. El simpatico perro alargado de pelo negro ondulado (mezcla de salchicha con algo mas) bautizado Cachupín por Lucho Latorre en excursiones anteriores, se sumó a nuestra caminata.
un descanso |
Nos sorprendió la cantidad de flores que empiezan a abrir, especialmente unas azules, moradas otras, arbustos de flores rojas y mucho verde, las vistas hacia la cordillera ya con menos nieve lamentablemente, nos hicieron detenernos varias veces.
Seguimos el camino doblando en dos oportunidades hacia la izquierda, buscando seguir un sendero ancho que parecía empinarse levemente, hasta que nos cruzamos con un baqueano "de a caballo" a quien le consultamos por el destino del camino, nos señaló que llegaba hasta el canal. Efectivamente seguimos caminando y nos encontramos con nuestra conocida "canaleta" pero en condiciones mas disminuídas, con claras muestras de haber sido reparada recientemente con una ingeniosa utilización de neumáticos de camión que formaban verdaderos túneles para defender la canaleta de aluviones de tierra que se notaba la habían afectado recientemente.
Janett, Isabel y Eugenio |
flores |
Bajando nos cruzamos con muy poca gente, un grupo de unas seis personas, entre ellas algunos gringos, comentaron fascinados la belleza del lugar; ya llegando al tranque me acerqué galante para abrir a las damicelas una puerta -de esas con varios palos verticales amarrados con alambres-, ellas pasaron agradecidas y yo sin darme cuenta me puse a cerrar nuevamente pero del lado equivocado, lo que generó una buena cantidad de risas en el resto y también en mí, por supuesto.
los nuevos brotes |
Seguimos bajando y nos topamos con la Rebeca y Hernán que, con abundante protector solar en la cara se aprestaban a iniciar su caminata aparentemente por el mismo sendero que acabábamos de hacer nosotros. Al pasar por su casa Cachupín nos dejó corriendo alegremente, seguramente a contarle a sus congéneres perrunos la caminata de hoy.
El comentario general fue que estuvo muy bien elegida la nueva ruta que bautizó la Chepa como "Las Varas Oriente", muy agradable en todo sentido. Una pena que no hayan llegado mas subecerros, esperamos que la concurrencia no mengüe ya que los cerros por estos días de primavera están en todo su esplendor.
(Texto de Eugenio Lagos y fotos de la Janett Fuentealba)
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