Mañana domingo voy al cerro; 8:30 donde siempre.
El viernes me escapé solo a las
Aguas de Ramón. Llegué y me llamó la atención que el estacionamiento estaba a punto de llenarse y había cola frente a una mesa donde se pagaba y uno se inscribía.
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la cola en la entrada |
Arremetí con fuerza cerro arriba, en esa primera parte que pasa un pequeño puente de madera, donde la pendiente es de franco acenso. Iba gente adelante y gente que me seguía. Eso me pone de inmediato en la dinámica de la competencia. Curioso no?
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dos adelante |
El pasto está frondoso y en partes tira a cerrar un poco el camino. Las lluvias y el sol son el santo remedio para todos los males de la vegetación de estos parajes.
Aparte de que estamos en primavera y las flores abundan.
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el río abajo |
El trayecto es bastante plano después del primer tramo, con pequeñas subidas y bajadas hasta llegar al lugar de descanso o picnic a orillas del río, con cascadas e instalación de baños públicos.
Mucha gente, la que noté más en la bajada, pues iba contra el transito, que en la subida, que iba a la par con la corriente del momento.
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flores en la ruta |
Seguí más allá de la zona de pic-nic anterior, subiendo hasta un bello mirador y poco más allá, el cruce del río; subí aguas arriba y me instalé en lo que se podría llamar una pequeña playa solitaria. Ahí descansé y tomé agua en abundancia de la que llevaba.
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en el sector de picnic |
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cartel en el sector de picnic |
Le tomé un video al agua del estero en movimiento, que fue para mi un relajo contemplar.
La vuelta fue consciente del verdor y florido de la naturaleza, el abundante canto de pájaros, y los grupos de personas que venían en sentido contrario, con muchas parejas, familias y grupos de jóvenes. Mucha gente.
Llegué temprano a mi casa para ducharme y partir con mi mujer e hija a almorzar adonde Doña Tina al Arrayán. Excelente inicio de viernes.
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hasta aquí llegué, hasta el cruce del río |
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