El domingo pasado (21 de abril) fuimos tres los que nos encontramos en el punto de encuentro: Pancho, la Marisol y yo, Gabriel.
Partimos con la idea de irnos por la ruta por detrás del Pochocón; luego en el camino cambiamos por la curva 33 y finalmente terminamos yendo a explorar una nueva ruta que Pancho había avizorado desde nuestra anterior ida al Potrerito.
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Marisol y Pancho más atrás |
Que tal si probamos por el frente, que se ve que no presenta tantas dificultades.
Y eso hicimos este domingo. Y le apuntamos.
Tomamos esta entrada donde está este cartel y obvio, entramos.
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hay que estar atentos en la ruta a esta seña |
Pasamos por lo que nos pareció una casa, o mediagua. No salieron perros.
A la vuelta temí al pasar la presencia de perros y algo dije al respecto. La cosa es que Pancho que venía más atrás, se distrajo atendiendo a algo y descuidó el paso, y se sacó la cresta, quedando de espaldas en el suelo, que a esa altura era un camino casi plano. Uf; codo pelado y algo molido, me pareció, de un hombro. Por suerte no fue en una parte con más declive.
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típica expresión de dos guatones entrando la guata |
La conversación tranquila, bastante técnica de a ratos, de temas psicológicos, como enterarnos de la personalidad histérica con algún nivel de detalle, que nos permitirá cachar en el futuro este tipo de personas.
Interesante.
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Marisol |
La ruta estupenda. Ni siquiera tan difícil. De a ratos la perdíamos pero luego la volvíamos a encontrar.
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Pancho y Marisol |
El día, en su punto. Despejado, altas nubes, de esas que solo cumplen una tarea de amortiguar calores, temperatura fresca, agradable.
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descansando en lo que fue nuestra cumbre |
En la foto que acabas de ver, se ve al frente una zona pelada, que es el Potrerito.
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ya bajando |
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