Lo posicionamos como el primer día después de las vacaciones, así que elegimos, a sugerencia de la Alejandra, una ruta suave, amigable, que nos permitiera sacar a mover estos cuerpos, sin mucho daño.
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Victor, Pancho, Alejandra, Isabel, Eugenio, Cristian |
La elección fue la Ermita y caminar plano, ni tanto, hasta el río.
Eramos 7, un buen número: Pancho Balart, Alejandra Cambiaso, Eugenio y la Isabel, Víctor Bunster, Cristian Estay y yo, Gabriel.
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yo, con mis anteojos que me compré en la Shell |
Viajamos en la Van de Cristian, donde cabíamos todos; dejamos el resto de los autos, donde siempre, en la callecita esa.
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Cristian y Pancho en primer plano |
El día soleado, algo fresco, frío incluso en las zonas sombreadas al principio. Dejo presente que la noche anterior, llovió en Santiago, en las zonas altas. Había caído nieve en las altas cumbres.
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una hermosa vista |
Nos pasan dos o tres huasos, con tres caballos ensillados a la rastra cada uno. Iban a buscar a unos amigos más allá.
Mas tarde pasarían con sus amigos arriba de los caballos, bastante alegres todos, llamándome jutre al pasar, cosa que me produjo una disonancia cognitiva, pues los huasos me caen bien, como imagen visual, pero este término deslindaba en una falta de respecto en alguna parte de mi retina. Me fui por la buena onda; después pasaron devuelta, más contentos aún.
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en el punto final |
Apareció un lugar de eventos, que a la vuelta quisimos conocer, llegando hasta el río sin encontrarlo. Quedamos de en una siguiente vez, entraríamos y llegaríamos a las instalaciones, que después vimos desde una parte alta del camino. Se estarían haciendo matrimonios ahí según nos enteramos.
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Cristian Estay |
Llegamos al río y con Pancho nos instalamos en son de hasta aquí nomás llegamos. Tres cruzaron y siguieron más allá, pero al poco rato volvieron y se instalaron con nosotros, a la orilla del río, con el ruido del agua, una suave brisa, los arboles que se mecían, un lugar idílico.
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Isabel y Pancho |
Comimos las naranjas de Pancho, duraznos, frutos secos, jugos, alimentos en abundancia de todos los presentes.
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Alejandra |
Largo rato estuvimos ahí; quizás por eso llegué tan tarde a la casa. Es que no queríamos irnos de ahí.
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huasos tirando caballos encillados |
Aparte de conversaciones memorables.
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yo, podando las ramas de zarzamora |
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