Nos fuimos a la cafetería y con Pancho nos pedimos sendos cafés. Mientras los esperábamos, llegó Víctor.
Mucha gente con destino a la nieve. Ello nos impulsaría, sentados en la mesa, a dirigirnos a las Caballerizas, a Huinganal.
Víctor. Pancho y la Soledad |
El día estaba frío, por eso esperábamos que el sol saliera de esas nubes que lo tapaban en la cordillera; y así fue más avanzada la mañana.
Tomamos la ruta de la izquierda, pasando por la buena vista del Picadero y de la ciudad de Santiago.
Bella vista de la ciudad en ese día sin tanto smog a esa hora de la mañana.
Nos sorprende la poca nieve de la cordillera.
En el suelo emergen tímidamente millones de verdes pastitos.
la Soledad, Pancho y Víctor |
ya en la parte alta |
Comimos naranjas y frutos secos.
Yo no quería irme cuando Pancho se pone de pie, que dijo era solo para calentar otras partes del cuerpo.
Pancho, la Soledad y Gabriel, en la mesa de cumbre |
Llegamos al auto como a la una y dejé a la Soledad poco antes de llegar a mi casa, tipo una treinta.
Rico día de agradable caminata, con subidas y bajadas no tan pesadas.
en el quillay grande |
Pancho y Víctor |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario