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domingo, 21 de enero de 2018

Los dos subecerros que van quedando

Ya estaba pensando a donde iría si no llegaba nadie y llega Pancho. Había pensado en ir a hacerme un medio Pochoco si no llegaba nadie.
Le propongo a Pancho entrar a tomarnos un café, mientras le damos tiempo a que alguien llegue. Y nadie llegó, durante el café.

Comentamos mi auto nuevo; un Nissan Qashqai, del 2012. Yo feliz con el auto, con el que viajamos al sur, en las recientes vacaciones al lago Pirihueico.

intentando una selfie
Para inaugurar el auto, nos fuimos en el a nuestro habitual Las Varas. Yo tenía un almuerzo por el onceavo aniversario de la muerte de mi padre, así que también la queríamos hacer más bien corta.

Llegamos tardón a la portería de Las Varas, así que ya estaba ahí, una sustituta de la señora habitual. Pagamos y tomamos la ruta a la derecha, para llegar primero al tranque de término de la canaleta.
Nos fuimos en animada conversa acerca de los vericuetos de la pega de Pancho. Yo le aporté la mirada conversacional del Coach en que me he transformado y fuimos sumando miradas.

Pancho por la canaleta
Nos pasaron varios grupos de ciclistas y ya avanzados en la canaleta, nos pasó un grupo grandote de viejos, hombres y mujeres, mas menos de nuestra edad. Claramente con más poder de convocatoria que nosotros.

cielo despejado; nubes en la zona del Plomo
Muchas ramas han crecido este tiempo, por lo que fui buena parte del camino con mis tijeras de podar, prestas para cortar aquí y allá. Uno de los ciclistas me dijo "tu eres el que está cortando la zarza?"; Si, le dije. Gracias, me contestó.

Nos sentamos en "la cumbre" al borde de la canaleta, a descansar, comer naranjas de Pancho y frutos secos míos. Meter la mano en el agua fría del canal, fue muy refrescante.

Pancho, llegando al tranque
Día despejado. Ambos habíamos olvidado ponernos protector. La vista hacia el Plomo mostraba como se iban formando esas nubes enormes que a la hora que escribo lo cubren completamente. Bello espectáculo.

Bajamos por la ruta directa al otro tranque, que aun muestra su buena dosis de agua.

Mucha de la buena conversa, todo el tiempo. Al auto, nuevo, con mucha conciencia de el, y a casa.