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domingo, 31 de mayo de 2015

Un buen lote al Huinganal, en día frío

Día frío. Nublado, con anhelo de lluvia en toda la ciudad. El suelo que recorreremos está seco como la yesca, casi desértico. La sequía nos tiene perplejos, anhelantes de agua caída del cielo.

A 20 para las nueve paso a buscar a Maribel en mi edificio. Viajaremos al punto de encuentro en su auto, según lo acordado.

las dos Franciscas siendo fotografiadas por José y
la Maribel saludando; el grupo puntero
Llegamos y una multitud se encuentra en el punto de encuentro de la Shell. Es la Verónica Bonhardt que espera a otro grupo de una empresa, SL, al que acompañará. Muchos saludos y abrazos, sabiendo que estuvo en Nepal acompañando a un grupo justo cuando lo del terremoto.

las Franciscas
Mi grupo, que empieza a absorber al grupo de la Soledad Tagle, que ha llegado con la Loreto Reyes, crece, pues además trae a dos estudiantes de medicina, jóvenes, que puntearan en todo el trayecto.

Francisco, Alex, Loreto, Soledad y tras las matas, Pancho
Están además Francisco Toyos, la Consuelo Fuenzalida, Pancho Balart, con Alex, un pariente de metro noventa y cinco, español, que vive momentáneamente en su casa; José Salinas y yo, Gabriel.

Maribel
Destino, las caballerizas o darle la vuelta al cerro Huinganal.

Por el frío, optamos por partir por la bajada empinada, haciéndola en sentido contrario.

Maribel, Loreto y Consuelo
Las dos Franciscas, las estudiantes de medicina, muy conversadoras entre ellas, así sin más, partierona adelante y se fueron alejando, José y la Maribel, las acompañaron en la punta.

las Franciscas y detrás la Maribel
Detrás, iba yo con la Consuelo, la Loreto y la Soledad. Y atrás, mucho más atrás se fue quedando el resto, donde iba Balart con Toyos y Alex.
Un grupo que naturalmente se fue dispersando.

Soledad, Consuelo, Loreto y Francisco,
mirando un pájaro carpintero
Nos encontramos en animada conversación en la mesa con banquetas de la cumbre. Las mujeres la llevaban en la conversa, al punto que Pancho me hizo un comentario al respecto, lo que me motivó a pararme y pedirle a las mujeres si podían quedarse calladas un rato, para que los hombres pudiéramos conversar.
Risas y entramos en una bonita conversación de diferencia de géneros, pareja, familia y relacionados.

descenso con Santiago al fondo
Yo usé algunas ideas que escuché en este video de la Esther Perel, que había distribuido en mi Newsletter de esta semana.

Pancho y Gabriel punteando
Seguimos en animadas conversaciones por grupos, hasta llegar a los autos donde nos despedimos afectuosamente y contentos con el bonito, animado y de buen ejercicio paseo.

 

jueves, 28 de mayo de 2015

Por la Católica en la ruta del Alto del Naranjo

Domingo 24 de Mayo, fin de semana con un "interferiado", comenzando a las 9 AM en vez de a las 8,30, para evitar salir de la casa a oscuras y tiritando de frío, llegamos 4 al punto de encuentro, Gabriel preocupado porque su decisión autónoma de postergar el horario, confundiera a los caminantes, Victor, Paula, Gabriel  yo, Soledad.

Soledad, Víctor y Paula
Partimos hacia el estadio UC, con la cordillera imponente, las manos casi congeladas, acercándonos a Alto del naranjo, intentando llegar pronto a un lugar soleado, pero a medida que subíamos, el sol se hacía más esquivo y oculto tras los cerros. Como buen fin de semana largo, pocos ciclistas, pocos caminantes, hubo tiempo de reclamar el alza del costo del ingreso a los Parques Cordillera, de $1.500 subió a 2.000 y los estudiantes y descuentos varios (adulto mayor jaja) de 500 a 1.000,... un 100% claro que sería complicado manejar monedas de vuelto...

el smog de la ciudad
El sendero otoñal, el sonido de los pasos sobre las hojas caídas, el silencio, el cielo azúl en el límite de la montaña hacia el oriente, contrastaban con una capa negra que cubría la ciudad de donde veníamos y lamentablemente hacia donde íbamos a regresar.

Gabriel
Después de dos horas de subida, la tradicional colación compartida de coloridas frutas fue seguida de una profunda meditación dirigida por Gabriel, dando la espalda a la ciudad, concentrándonos en la presencia de la montaña y en el aire diáfano respirado por unos minutos. Victor compartió sus técnicas de respiración yoga y la Paula nos deleitó con recetas de cocina originales familiares.

Soledad y Paula
Volvimos a ratos corriendo cerro abajo, esta vez sin caídas, solo resbalones, con ganas de llegar más alto otra vez.

Víctor degustando una de las frutillas de la Soledad
(texto de Soledad Tagle)

domingo, 17 de mayo de 2015

De tranque a tranque por la canaleta de Las Varas

Tengo que reconocer que hoy me levanté solo por el hecho de que nos encontramos con la Marisol Rosas en la semana y quedamos que la pasaba a buscar a su casa el domingo en la mañana para ir al cerro. Últimamente y con esto de que la noche es más larga, se hace más difícil subir cerros. Llegamos poco después de las 8.30 y estaba Víctor Bunster, con quien conversamos cortito hasta que llegó José Salinas. Decidimos ir a Las Varas y propuse recorrer a lo largo de la canaleta, desde el tranque chiquito que hay casi mirando a Santiago hasta el tranque grande, la laguna Elfie, que está completamente seca.


Partimos en el auto de Víctor conversando de autos.....cilindradas, motores, etc. Así que apenas comenzamos a caminar, después de pagar la entrada correspondiente, las mujeres nos quedamos atrás y nos pusimos al día en amena conversa con la Marisol. Trabajo, oficina, planes para este año, etc.

Linda caminata a lo largo de la canaleta,
José Salinas, Marisol Rosas y Víctor Bunster.
El camino mostraba bastantes cambios, yo no me acordaba mucho cómo llegar al tranque de arriba, pero los demás no lo conocían, así que mirando y mirando llegamos al punto donde se cruza un cerco y llega el agua de la canaleta al tranque. Habían tubos, caminos recién hechos, luego de algunos intentos encontramos de nuevo ese precioso sendero que bordea la canaleta.

Comenzamos una preciosa caminata bordeando la canaleta, que tuvimos que compartir con algunos ciclistas que seguían en dirección a San Carlos de Apoquindo. La canaleta y el ruido del agua cayendo pendiente abajo, nos hizo caminar bastante rato en silencio, mientras el sol pegaba fuerte y una fresca brisa por el otro lado hacían de nuestra mañana, una agradabilísima salida de Subecerros. 

Victor y la Marisol Rosas ya volviendo
Al final, ya bajando en franca pendiente hacia la laguna Elfie, encontramos un árbol seco, probablemente recién caído, que sirvió de escenario para una simpática foto. Llegamos a las 13.15 perfectamente a tiempo para volver a casa después de una espléndida mañana de tranque a tranque en Las Varas.

Marisol, José y Victor
Yo, en el árbol muerto.

lunes, 11 de mayo de 2015

Al portezuelo Saavedra en la liebre escolar del "tío Dirk"

Llegamos juntos Gabriel y yo (Eugenio) y al poco rato apareció Soledad, luego Pancho, que creíamos andaba de viaje, y finalmente Dirk en la liebre escolar de su mujer, que sería nuestro transporte en esta oportunidad.

Eugenio, Soledad, Pancho, Dirk
Gabriel propuso volver al que hemos denominado Portezuelo Saavedra, en honor a nuestro amigo Fernando Saavedra, quien nos hizo saber de esta ruta, reparada recientemente por don Melchor, habitante del sector y conocedor de esos lares.

Gabriel, Soledad, Pancho, Dirk
Estacionamos el transporte escolar de tío Dirk en el puesto de empanadas al lado de La Ermita y emprendimos la caminata acompañados de dos perros, una perrita Weimaraner  que ya nos había acompañado antes y su amigo de raza incierta.

Soledad y Eugenio
El día estaba despejado pero la temperatura bastante baja, así que partimos bien abrigados. Tomamos el camino por el costado de una canaleta de desagüe del camino, donde pudimos pasar entre los alambres y deslizarnos hacia abajo.

Pancho y Dirk
El camino recorre algunas casas hasta llegar al río que cruzamos por el conocido puente de madera, a la izquierda veíamos los tubos de la antigua central hidroeléctrica. El agua muestra un colorido calipso bastante intenso que incluso mancha algunas de las piedras, quizá que minerales o químicos vienen disueltos en sus aguas que muy probablemente han pasado por la minera Disputada de Las Condes.

portezuelo Saavedra
El sendero, que tomamos poco después de pasar por frente a la casa de Melchor, tiene abundante vegetación, mucho boyén, guayacán, litre, boldo, quillay, colliguay, se escuchan muchos pájaros, es un sendero muy agradable que nos hizo entrar en calor rápidamente con la subida.

Dirk y Soledad en la cumbre
Gabriel nos comentó de un curso de neurociencia que está siguiendo on line desde Harvard y la tremenda delicadeza con que ocurren cambios químicos a nivel neuronal que son los que posibilitan impulsos eléctricos que posibilitan la transmisión de información a través de ellas, entonces empezamos a disparar teorías de como se encuentra ordenado el universo, la complejidad de la genética, que sin embargo compartimos en gran proporción todos los seres vivos, al menos los que vivimos en este planeta, del cual perdemos conciencia rápidamente ya que nos dejamos atrapar por lo inmediato y lo que tenemos "a mano". ¿Hay una inteligencia superior, Dios, que ordenó todo de manera tan perfecta? al menos para mi no es posible pensar que esa perfección es fruto del azar o de la mera evolución.

en la roca de la Isabel, Soledad, Pancho, Dirk y Gabriel
Con estas ideas dándonos vueltas en la cabeza, cruzamos la "piedra de la Isabel" (donde Isabel se había quedado esperándonos en una caminata anterior) y seguimos subiendo con la opción de bajar por Los Secretos, que ya evaluaríamos.

Pancho descansando en la cumbre
Como a las 11 llegamos a lo que definimos como la cima por esta vez, posibilidades de seguir subiendo siempre hay y en este caso una cumbre cercana que nos tincó arremeter en otra oportunidad.
La conversa rozó el tema del cambio de gabinete pero dado lo fome del tema, rápidamente derivó en lo que nos pasa con los viajes, algunos estábamos por la posición de que los viajes abren la mente, de alguna manera uno vuelve a tomar conciencia de que habita un planeta, que está compuesto por diversidad de culturas, idiomas, costumbres, paisajes, ambientes.

Gabriel
Pancho se durmió gran parte de la conversa....cuando decidimos bajar, por el mismo camino por el que habíamos subido, tuvimos que despertarlo....

el perro de Dirk
En la bajada no faltaron los resbalones y los costalazos, creo que todos terminamos en el suelo alguna vez. El cerro está sumamente seco y eso hace que sea muy resbaladizo.

Soledad, Eugenio, Pancho, Dirk
Llegamos a la liebre de tío Dirk y emprendimos el regreso a los autos, sin embargo faltó la música del grupo Mazapán, que quedó para la próxima vez. Nos despedimos y varios se dirigieron apurados a las celebraciones del día de la madre con sus respectivas familias.

(texto de Eugenio Lagos)

Nora: la Alejandra y la María Elena nos hicieron filo; se fueron solas al Alto del Naranjo:

Alejandra y María Elena, en el Alto del Naranjo

martes, 5 de mayo de 2015

Dos mujeres a las Varas

El domingo pasado fuimos dos
la Anne Marie y yo
esperamos unos minutos y partimos, en dirección a Farellones, intentamos entrar en la quebrada boscosa que Anne Marie había ido con uds, pero la cuidadora dijo que el cuidador no estaba y no nos dejó pasar, ni con cara de buenas..
entonces volvimos a Las Varas,
me encantó, yo no conocía,
fin de semana largo, fuimos las únicas caminantes,
toda la montaña para nosotras
hasta los pájaros cantaban más de lo habitual
varias turcas habitualmente escurridizas, se dejaron ver y cantaban sus cantos de alarma en escala em descenso,
las  tencas nos deleitaron con su innumerables sonidos
El tranque Elf see estaba seco, rodeado de pimientos con sus frutos rosados
Llegamos hasta el canal que bordea los cerros donde compartimos la colación coronada por unos dátiles exquisitos de Anne Marie, como ven en la foto
El cielo azul contrastaba con la montaña en la distancia
Es un sendero muy bonito, plácido
no nos perdimos ni nos caímos...

(texto de Soledad Tagle)
Soledad Tagle
Anne Marie
nutrientes