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domingo, 26 de febrero de 2012

Nuevamente el fiel Guayacán aguardaba por nosotros

Sólo Gabriel y yo (Lucho Latorre) llegamos a las 8:00 a.m. a la Ex Terpel: era de suponer, considerando que aún estamos en febrero, empezando una semana que ya huele a marzo...

Lucho, ya sale el sol, poco antes de la laguna
La Idea inicial era el Pochoco, pero atendidas las condiciones físicas algo desmejoradas, producto de las vacaciones, optamos por el Guayacán.

a expensas del cactus
Un día espléndido, en el que lo que más llamó a atención, fue el silencio de la gran ciudad, aún adormecida por el veraneo de muchos: ello contribuyó a que se notara la gran variedad de sonidos de pájaros que acompañaban ruidosamente nuestras breves escalas: ellos, dueños de la situación y del hábitat, lo hacían notar.

encuentro de Luchos
En una de tales escalas, nos encontramos con un campesino del lugar, en faenas de riego: una breve conversación, propia del mutismo de nuestros hombres del campo, pero amable: nos ilustró acerca del fundo Las Varas, algo de su historia. El nombre de este gentil señor, fácil de prever en nuestros campos: "Lucho". Enseguida arremetimos la etapa final para llegar a la cumbre a las 10:30, según lo anunciaba el carillón de los Benedictinos.

nueva cruz y Gabriel
La conversación, como siempre amena e ilustrativa con Gabriel: algo hablamos de las distintas instancias de la meditación, la oración y la reflexión, en una interesante diferenciación que narró Gabriel, distinguiendo una suerte de 5 estadios. Asimismo, hablamos algo sobre la afición por estas expediciones semanales a los cerros, comentando sobre aquel concepto de la filosofía escolástica, la "pasión dominante" que mueve en diferentes direcciones a los seres humanos; en el caso de esta actividad, unos al contemplar la montaña inician el ascenso con el afán exclusivo de conquistarla, en tanto que otros, nuestro grupo, privilegian el encuentro de corazón a corazón: de ahí que la conversación sincera y abierta, no por ello menos amable, sea tan importante y nunca nuestros morrales irán desprovistos de ella

Luis Latorre feliz
Por mi parte. me despido hasta el domingo 11 de marzo.

(Texto de Luis Latorre)

Gabriel en ascenso


De yapa, otro Lucho, Lucho Navarro.

domingo, 19 de febrero de 2012

Solo al Pochoco

Hoy fui al Pochoco. Nadie concurrió al punto de encuentro habitual, a la 8 de la mañana, de domingo. Habría sido una grata sorpresa encontrar a alguien, pero estaba preparado para un eventual ascenso solo.

Y fui al Pochoco. Estrenaba varios objetos de mi reciente cumpleaños del 7 de febrero: pantalones de mis hijos, bastón de la María Elena, polera de mi cuñado casado con mi hermana Maruja y anteojos de larga vista, del Caco. Se pasaron, gracias nuevamente.

aparece el sol en la ruta
Día despejado. El ascenso casi completo, del lado sombrado del cerro, por la hora.

Muy poca gente. Abajo habían como cinco autos más cuando llegué. Así que casi no me crucé con nadie al subir.

sendero a contra luz
Solo un par de tipos que venían con un perro cachorro, con ellos, que me dijeron que eran tres hermanitos, que habían sido abandonados en el cerro. Efectivamente, ya había oído a la altura del mirador, algo que lloraba y se movía más arriba, pero pensé que eran los tipo ratones que andan en estos cerros.

Ahí salgo yo
Había meditado esa mañana como suelo hacer, así que mi disposición a ir muy en el presente, viendo lo que había frente a mis ojos, fue algo natural. El chicharreo de mis temas de estos tiempos, también me acompañó.

ya en la cumbre
La verdad, subir en solitario es un regalo, que uno debiera darse una vez al mes. No se sientan mis amigos de todos los domingos. Lo más probable es que no lo cumpla, pero cuando se da, lo valoro.

Y lo otro, el ejercicio, que medio había abandonado, con caminatas por playas planas, que nunca son lo mismo. Me costó llegar a la cumbre. Los últimos tramos, avanzaba un poco, paraba, recuperaba el aliento y seguía. Igual logre llegar a la meta en buena forma.

mi compañero en la cumbre
Y el resultado, genial, estoy a esta hora de la tarde trabajando a mil en el computador, con una creatividad, claro síntoma de tener las células mejor oxigenadas.

Sea este un posteo de inicio de temporada, luego de la vuelta a vacaciones. Un saludo a todos.

empezando le descenso

sábado, 18 de febrero de 2012