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martes, 27 de julio de 2010

Nieve en el Alto del Naranjo

La cordillera está nevada hasta abajo. Y despejado. La crema para la cara y anteojos ahumados, pasan a ser objetos que cargo.
Llegan, Pancho, la Rebeca, la Vero, Alfonso y Andrés, aparte de quien escribe.

El parte del estacionamiento de la vez anterior me amedrenta de dejar el auto donde siempre y voy en él hasta la base de la subida al Alto del Naranjo. Para allá nos encaminamos, a entrar en contacto con la nieve.

Esta es la primera foto que le saco al grupo:


Hace frío al partir. Las mujeres se cubren con gorros y abrigos en abundancia. En la partida corre viento helado. A medida que subimos, vamos entrando en calor. Miro la foto anterior y veo que Pancho ya va con su polar a medio camino de sacada. Terminará en manga corta todo el trayecto. Frio y calor, estarán presentes.

Cóndores merodean por sobre nosotros. Han bajado seguro por las nieves. Recordamos un animal muerto que de seguro será su almuerzo del día; una porción al menos de esa podredumbre.
Su vuelo es majestuoso; observando el paisaje. Verán a Jorge Milla que en esos momentos va en auto hacia el norte, avistando el Aconcagua, me dirá más tarde.


Nos visita esta vez el muy comentado Andrés Reutter, que ha dado un golpe de timón en su vida y que habiendo sido tema de conversación en subidas anteriores, no tanto en lo personal, como en el fenómeno humano al que todos estamos expuestos, producto de las relaciones, su estabilidad y lo que buscamos en ellas, pasó a ser tema él en si mismo.

Mi reflexión final tiene que ver con si será posible soltar esas ligazones humanas y vivirse la vida con más desprendimiento, abocado, abocados al desarrollo personal y a construir el mundo que queremos construir en comunidad, sin tanto pegoteo, que al final es mucho sufrimiento.


Pero lo más fenomenal es nuestro amigo Alfonso que nos sorprende cada día más con sus gadgets, que esta vez fueron los anteojos de larga vista para ver las pistas de esquí, el polvo de nieve que el viento levantaba en las altas cumbres y ... su equipo para preparar café, ojo, con malicia y de la buena, con vasos y cucharas exactas para todos los presentes. Solo se nos olvidó aplaudirle.


Caminar por la nieve es una particularidad. Se arma un sendero estrecho que cuando nos quieren pasar no es así no más; hay que correrse a un lado.


Y cerremos este posteo con esta foto de la Verónica Peña, que llegó con un buen esfuerzo al Alto y he sabido que hoy martes, sigue adolorida de las piernas por el esfuerzo.


(mira este video)

domingo, 18 de julio de 2010

Vacas en vacaciones



Llegada por bus hasta la usual esquina del encuentro, adentro del auto de Pancho esperan Alfonso, Tito, Pancho y yo...¿quién más viene? me preguntan y no tengo respuesta. Quince minutos de espera y partimos hasta la subida del puente Ñilhué, lugar que frecuentamos este invierno haciéndo el quite a los numerosos esquiadores que congestionan el camino.
Vamos a repetir la ruta del domingo pasado...todo verde y húmedo provoca repetirse el plato del hermoso paisaje disfrutado segundo a segundo el domingo pasado. Curiosas vacas de vacaciones invaden el camino de las torres al comienzo... a pesar de nuestro acercamiento, ellas no quieren moverse y dejarnos la pasada. Ellas parecieran decirnos que estan de vacaciones, pero  nosotros no. Finalmente avanzamos y ellas adelante, nosotros atrás. 


Alfonso lider de la ruta mientras Tito conversa libremente liderando la conversación que se torna inquietante cuando hablamos de religión, de la fé y la crisis que ha provocado tanto daño a los creyentes después de los últimos sucesos conocidos por todos protagonizados por líderes de la iglesia católica...el desconcierto es tremendo y a Tito le sale la rabia. Los demás aportamos con nuestras propias creencias, si vamos o no a encontrarnos con nuestros padres después de la muerte no es algo que nos preocupe a todos.

Hoy traemos desayuno, nuestro amigo Alfonso lo había anunciado y su mochila hoy lucia más cargada que otras veces. Las ganas de cafecito en la cima apura la caminata hacia arriba. LLegamos e instalamos campamento. Alfonso trae de todo, café, azúcar, vasos y cucharas...agua para calentar también. Aparecen las naranjas de Pancho y el chocolate de Tito. Luego saco de mi mochila unos sanguchitos de queso y jamón.


 El agua hierve y atiendo a mis amigos haciéndo los cafecitos a los que le agregamos la malicia...chorritos de licor para calentar el alma que ha quedado un tanto maltrecha después de la discusión de la fé en cuestión.

Delicioso tomar y comer en este extraordinario espectáculo natural, las vacas de vacaciones se quedaron atrás porque ellas no quisieron seguirnos el tranco y nos dejaron pasar...Paso a contar a mis compañeros la fantástica oportunidad de seguir aprendiendo cosas nuevas tras preparar las actividades y materiales para el taller de artes para niños que realizo con dos amigas los sábados en la mañana en el club manquehue.

Después de la comilona, viene la sesión de vistazos a los cerros de al frente, osea a la subida del alto del naranjo y los acarreos. Lejos apenas se divisan manchones blancos de nieve y un solitario caballo café moro, se amplifica la mirada trás los lentes de aumento y los detalles aparecen. Mientras inquieto está Tito sacando fotos sin medida; de adelante, atrás, de grupo, panoramica,...incansable fotógrafo que  pretende dejar todo registrado.
 Mientras bajamos, Alfonso nos cuenta de sus planes de viajar en octubre para asistir como público al concurso internacional de piano Frederic Chopin a realizarse en Varsovia, esto gracias a su buen y fino gusto que manifiesta por este instrumento musical y las composiciones de Chopin, Beethoven y sus sonatas especialmente...esto mientras escuchamos música de su colección de favoritas.


Otro domingo despejado con olor a campo; bostas de vacas en vacaciones por doquier aportan con aroma y color, mucha luz que parecen  iluminar también nuestras conversaciones y lo principal: amistad de la buena.

lunes, 12 de julio de 2010

Gooolazo!!! del clima desde la cima



Nos despertamos con un amanecer de cielo nublado y frio, dia de pleno invierno santiaguino. Rápidamente nos disponemos a levantarnos sin pensarlo mucho para no escuchar los pensamientos cómodos que se resisten a levantarse tan temprano el dia domingo. Mi amiga media chilena y gringa Connie que duerme en mi departamento esta noche para madrugar y partir al cerro !!al fín!!,... ya que era una promesa que ella misma se había propuesto la de compartir conmigo y  los subecerros: una  mañana de treking en la precordillera chilena.



Nos pasa a buscar Gabriel y en  la bencinera nos esperan Pancho, la Consuelo y Alfonso, en los instantes de acordar la ruta a tomar, aparece la Vero que no quiso perderse la experiencia de subir hoy, pese al frio y la amenaza de lluvia, los valientes llegaron. Era un dia especial porque la final del mundial pasado las dos de la tarde era panorama obligado para todos y nos predisponemos a bajar a tiempo para no perderlo. Lo que no estaba presupuestado era el golazo que nos iba a meter el clima a media cancha durante la mañana.

Tomamos la ruta del domingo anterior frente al alto del naranjo. La alegría y emoción de la Connie y la Vero me contagia y  comienza la subida tranquilamente hasta llegar la gran roca que asusta a los novatos desde el inicio, la dificultad se supera gracias al espíritu solidario de los masculinos subecerros que como siempre apoyan física y moralmente a mi amiga.

La subida se hace por una ruta suave y con pausas varias lo que le dá a esta  un tono más bien de paseo contemplativo, la Vero nos cuenta que durante su anterior subida se había resbalado y la caída le había provocado una fractura por lo que ella también viene de cuidado. Mientras, la Connie nos cuenta de su blog "por amor al arte" que define como su espacio de terapia personal ya que la mantiene conectada consigo misma y con los demás. Es increíble las relaciones que ha construído con personas de todo el mundo a través de su blog. Su comentario es muy bien recibido por los "bloggeros" del grupo.


No sólo la compañía resulta maravillosa en este día, también el clima se comporta cariñosamente con nosotros. En el primer tiempo el clima amenaza  lluvia y sin hacerse esperar, algunos pequeños copos de granizo nos caen delicadamente sobre nuestros abrigos. A mitad de camino y en el entretiempo las nubes con viento se deslizan apuradas subiendo y bajando cerros tal como nosotros, ellas dejan pasar por momentos los  rayos de un tímido sol. Por si fuera poco adelante, a mitad de chancha se impone la dorada estrella solar y  de cielo azul nos llena, como un verdadero golazo estelar.

El espectáculo celestial es total: nubes voladoras, cumbres nevadas iluminadas por rayos que se cuelan entremedio, lo verde del paisaje parece iluminado...la alegria del gol de tanta expresión natural se me pega y veo las sonrisas y miradas entusiastas de mis compañeros que quieren verlo todo sin apuro. !Qué bien se siente estar aqui! Lo programado tiene que ver con los tiempos y acá uno pierde de vista el tiempo y me conecto sin querer con el disfrutar y gozar comparable sólo a los recuerdos de momentos vividos de la infancia.

Descansamos en una cumbre distinta frente al acarreo mortal desde donde se divisa sin problemas el árbol del alto del naranjo y a sus caminantes, todo esto gracias a los super ojos que  Alfonso instala mientras comemos sin apuro la merecida colación de fruta y agua acocalada  que copiamos de Pancho y nos endulza aún más el momento.

Esta vez le toca a la novata contar sobre ella y su vida familiar que comparte generosamente con el grupo...el amor entre primos, la muerte de seres queridos, los lazos que usualmente aparecen cuando conocemos a alguién de este chile chico y... no podiamos dejar de afirmar nuestras preferencias para el partido final del mundial.
 La mañana completa fué de un disfrute mundial, la llegada a los autos con partes incluídos, fué un autogol de nuestros propios conciudadanos que sin mediar aviso alguno...cobraron la falta. Buuuuhhhh!!! Lamentable final para tan felíz mañana.

Parte de la Municipalidad de Las Condes

Este domingo, como todos los domingos desde no se cuanto tiempo; años más bien; dejamos parte de nuestros autos en esa callecita que está poco más arriba de la ex-Terpel ahora, YPF antes, no se que ahora, para irnos esta vez en dos autos, el de Pancho y el de Alfonso.

Al llegar de vuelta, a eso de la una y media, nos encontramos con Partes de la Municipalidad de Las Condes en los 3 autos que nos esperaban, el de la Consuelo, el de la Verónica y el mio. La causa: "Estar sobre Acera". Osea, por poner las ruedas sobre la vereda, cosa que hacen todooos los autos que se ven, en parte pienso, para entorpecer lo menos posible en tránsito de una calle interior y angosta como esta.

Bueno, el malestar fue general. Es una falta menos grave, por un monto poco más abajo de los 40 mil pesos.
Tenemos que presentarnos en el tribunal el 6 de agosto, con las amenazas propias de estos casos o el impedimento de poder renovar nuestro carnet de chofer, en su renovación del próximo año.

¡Qué rabia ! Ningún aviso previo, ningún gesto amable, de esta autoridad que tanto hace para obtener nuestros votos de tanto en tanto.

Falta comunicación, falta saber quien está detrás de estas medidas, que bien puede ser para subsanar déficits de alguna repartición pública o simplemente para ayudar a los daminificados del sur.

Ahora no se adonde pondremos nuestros autos, aunque lo más probable es que sigamos donde mismo, sin poner las ruedas sobre la vereda. Igual ya no confío. Ya no confío en ninguna autoridad, la verdad.

Firma el Parte, Juan Carlos Martinez Cabrera, Inspector Municipal, y lleva un timbre de Seguridad Cuidadana. Oye, ustedes son nuestra inseguridad, me empieza a parecer.

lunes, 5 de julio de 2010

Otro frío y soleado día de invierno en el cerro




Pancho y la Consuelo esperaban dentro del auto, sin ningún amago de bajarse por el frío del día, y eso que estaba con sol.
Había pronóstico de lluvia, cosa que al asomarme en la terraza de mi depto a buscar mis zapatos, sentí; un clima inestable.
Pero, mas bien durante el día se estabilizó para bueno.

Yo llegué a la Terpel con la Rebeca y se nos sumó Alfonso, que ya empieza a ser un estable de estas filas.

Nos fuimos en dos autos al puente Ñilgüe, donde a instancias de Pancho buscaríamos una ruta distinta por el camino de las torres de alta tensión, en la dirección de Farellones.

Estaba frío, especialmente al partir; pero se fue soltando el frío, hacia cálido.

Nos salimos del camino y arremetimos sin senderos, casi en línea recta hacia arriba. De repente nos cruzamos con un sendero bien marcado, lo seguimos un rato y coincidimos que iba en otro sentido, así que nos salimos después de un breve descanso en una cavidad fría y húmeda.

De ahí arremetimos derecho hacia arriba, por una parte de fondo de roca, con piedra suelta, que debimos pasar pronto pues un resbalón ahí no sería buena cosa.
Finalmente llegamos a ese claro donde alguna vez hicimos un amplio aperitivo y buscamos el lado más soleado y seco para sentarnos a comernos las naranjas de Pancho, las nueces con pasas de la Rebeca y a tomas de  nuestras aguas o líquidos coloreados.

Alfonso instaló sus anteojo de larga vista y pudimos mirar una torre de alta tensión en las cumbres zacudidas por un viento más intenso que lo habitual, pues a simple vista de veía mucho polvo de nieve volando.

Seguimos otro tanto y llegamos a lo que sería nuestra cumbre del día. Nos instalamos en un lado que nos ponía al frente el acarreo de la ruta al Alto del Naranjo.
Estando ahí se nos ocurrió llamar a Andrés Reutter y saludarlo desde las alturas, cosa que ocurrió con el saludo de todos nosotros.

No se porqué vueltas de la conversación, que en estas andanzas no para, a los hombres se nos ocurrió que dado que la iglesia está tan capa caída, migráramos a religiones como la musulmana, donde tener más de una mujer sería costumbre aceptada, y ello evitaría muchos problemas y sufrimientos que en estos días nos tocan presenciar.
Desgraciadamente, las mujeres en su silencio expresaron elocuentemente su desacuerdo, desafiándonos a si los hombres podríamos compartir una mujer...

Bueno, bajamos prácticamente todo el camino sin salirnos del sendero que la verdad estaba bien marcado, por una lado del cerro que no habíamos tomado al subir.

Llegamos al punto del estero, donde nace el canal de abajo y esa ruta seguimos hasta empalmar directamente con la ruta oficial al Alto del Naranjo y de ahí a casa.

Otro lindo día soleado, que ya nos sorprende pues estamos ya en pleno invierno.