Compartimos el placer del aire limpio, de las vistas amplias de las cumbres, del ejercicio sano, de la conversación franca y alegre, de la naturaleza y de la vida en los cerros
lunes, 5 de julio de 2010
Otro frío y soleado día de invierno en el cerro
Pancho y la Consuelo esperaban dentro del auto, sin ningún amago de bajarse por el frío del día, y eso que estaba con sol.
Había pronóstico de lluvia, cosa que al asomarme en la terraza de mi depto a buscar mis zapatos, sentí; un clima inestable.
Pero, mas bien durante el día se estabilizó para bueno.
Yo llegué a la Terpel con la Rebeca y se nos sumó Alfonso, que ya empieza a ser un estable de estas filas.
Nos fuimos en dos autos al puente Ñilgüe, donde a instancias de Pancho buscaríamos una ruta distinta por el camino de las torres de alta tensión, en la dirección de Farellones.
Estaba frío, especialmente al partir; pero se fue soltando el frío, hacia cálido.
Nos salimos del camino y arremetimos sin senderos, casi en línea recta hacia arriba. De repente nos cruzamos con un sendero bien marcado, lo seguimos un rato y coincidimos que iba en otro sentido, así que nos salimos después de un breve descanso en una cavidad fría y húmeda.
De ahí arremetimos derecho hacia arriba, por una parte de fondo de roca, con piedra suelta, que debimos pasar pronto pues un resbalón ahí no sería buena cosa.
Finalmente llegamos a ese claro donde alguna vez hicimos un amplio aperitivo y buscamos el lado más soleado y seco para sentarnos a comernos las naranjas de Pancho, las nueces con pasas de la Rebeca y a tomas de nuestras aguas o líquidos coloreados.
Alfonso instaló sus anteojo de larga vista y pudimos mirar una torre de alta tensión en las cumbres zacudidas por un viento más intenso que lo habitual, pues a simple vista de veía mucho polvo de nieve volando.
Seguimos otro tanto y llegamos a lo que sería nuestra cumbre del día. Nos instalamos en un lado que nos ponía al frente el acarreo de la ruta al Alto del Naranjo.
Estando ahí se nos ocurrió llamar a Andrés Reutter y saludarlo desde las alturas, cosa que ocurrió con el saludo de todos nosotros.
No se porqué vueltas de la conversación, que en estas andanzas no para, a los hombres se nos ocurrió que dado que la iglesia está tan capa caída, migráramos a religiones como la musulmana, donde tener más de una mujer sería costumbre aceptada, y ello evitaría muchos problemas y sufrimientos que en estos días nos tocan presenciar.
Desgraciadamente, las mujeres en su silencio expresaron elocuentemente su desacuerdo, desafiándonos a si los hombres podríamos compartir una mujer...
Bueno, bajamos prácticamente todo el camino sin salirnos del sendero que la verdad estaba bien marcado, por una lado del cerro que no habíamos tomado al subir.
Llegamos al punto del estero, donde nace el canal de abajo y esa ruta seguimos hasta empalmar directamente con la ruta oficial al Alto del Naranjo y de ahí a casa.
Otro lindo día soleado, que ya nos sorprende pues estamos ya en pleno invierno.
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Veronica
ResponderBorrarQue lindo día les toco, aunque helado, buenas las fotos y el video.....felicitaciones.
Espero poder acompañarlos el proximo domingo.
Veronica