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lunes, 28 de julio de 2014

A la caballerizas en la Van de Víctor

Pancho llega a las 8:37; ya pensábamos que no vendría. Tiene que estacionar el auto pasada la salida de la bomba hacia Farellones, pues los que estamos hemos completado el sector habitual de estacionamiento. Se baja Pancho y le hacemos con las manos un llamado de atención por la hora.

Anne Marie, Pancho, Isabel, Dirk, Víctor, Eugenio
¿Adónde vamos? Al Potrerito propone Dirk. No, contesta el grupo, mientras miramos la larga hilera de autos que pasan camino a Farellones. Vamos a las Caballerizas propone Víctor y ese sería nuestro destino.
Dejamos todos los autos en el Líder mas abajo y nos subimos los 7 a la Van de Víctor.
Van Eugenio y la Isabel, la Anne Marie, Dirk, Pancho, Víctor y yo, Gabriel.

Anne Marie, Víctor, Dirk y Therese Matthews de Edwards
Está lleno de autos; como nunca. Al poco andar nos topamos con Therese Matthews, casada con Agustín Edwards (en su tarjeta de visita pone Matthews de Edwards), que ofrece paseos a caballo a 12 lucas el par de horas (hacerle los pedidos a 9 221-7881 en_busca_del_condor@yahoo.com), aunque a un grupo como el nuestro, dice hay que agregarle un par de guías, por los que hay que pagar 12 mil más por cada uno.
Bonitos caballos, en buena cantidad, prometen una atractiva aventura. Aparte que después nos topamos dos veces, de ida y de vuelta, a un gran grupo, donde ella iba incorporada muy alegremente. Se nota que disfruta el andar a caballo.

Pancho adelante
Las zonas sur de los cerros estaban sumamente barrosas, no así la zonas soleadas o norte.
La conversa galopaba. Hago memoria de los temas. Obviamente me acuerdo del tema que yo puse, en relación a historias que me llamaron la atención del curso de Alejandro Magno, que sigo en EDX del MIT, en cuanto a que a sus 26 años, ya conquistada Persia completa, disfrutaba de algunas de las prácticas de ese pueblo, como era tener 365 concubinas, para su permanente disfrute. Alguno dijo que Alejandro era gay, cosa que corroboro más tarde, es multifacético, pues le hace a todos los gustos, entendiendo que su matrimonio con Roxana, fue porque se enamoró.

vista a Santiago
En la mesa del festín de frutos secos y confitados, provistos por Anne Marie, Victor, Eugenio y Dirk, más las manzanas de Pancho, este último nos contó que asiste a dos cursos, en universidades locales, uno de Story Telling (le propusimos contara este cuento de la subida del cerro, pero eludió) y otro de cómo incorporar la variable de la felicidad en la administración de empresas.
Pancho, un tipo inquieto y con las ansias del permanente desarrollo personal y profesional, viva.

los caballos de Therese
Seguimos dando la vuelta al cerro y en la cima antes de iniciar el descenso, por la ruta de los caracoles, como nos indicó Therese, Dirk ofreció una relajación que todos acogimos, de espaldas en el suelo, con la rodillas levantadas, luchando, yo al menos, con no quedarme dormido. Muy buena relajación. Yo creo que alguien a mi lado, algo durmió.

Eugenio (serio). Isabel y Pancho, sentados a la mesa
en la mesa, a contraluz
El día estaba muy agradable, aunque la mayor parte del tiempo, nublado. Nos poníamos y sacábamos polerones o corta vientos.

paso de la cabalgata de Therese
Cada vez que nos detuvimos, los tiempo eran largos. No queríamos apurar el paso. No queríamos terminar el paseo. No había apuro. Eso explica el comentario de mi mujer cuando llegué, que me dijo, "qué les pasó, porqué tan tarde".

los alimentos
Otra instancia memorable, fue nuestra ida y venida en la Van, todos juntos. Fuimos siempre en animada y alegre conversación, al punto que en un momento alguien propuso, porqué no nos vamos a almorzar a Olmué mejor.

descenso
Muy agradable grupo, que pasamos un estupendo rato juntos.

martes, 22 de julio de 2014

A Las Varas Norte

Llegamos un poco pasadas las 8:30 con la Isabel y encontramos a Víctor Bunster solo esperando a ver si llegaba algún subecerro, rodeado por todos lados de esquiadores subiendo como enajenados a esa hora. Llamamos por teléfono a Pancho, que suele estar siempre muy temprano y nos dijo que estaba llegando, así que fuimos cuatro esta vez. El día pintaba para caluroso aunque al salir de mi casa noté algo de neblina.
Pensamos ir a las caballerizas para capear el tráfico del ski, pero finalmente optamos por Las Varas, Pancho ofreció su auto y manejé yo, Eugenio.

Víctor Bunster, Pancho y la Isabel
Al llegar nos dimos cuenta que queda solo uno de los autos antiguos, un Chevrolet coupé del 47  y lo están desarmando en forma bastante poco profesional, también estaban tirados los restos de un Ford sedán del 51 que parecían haber sido agarrados a martillazos, bastante raro.

Pancho, Isabel y Eugenio
Después de que Pancho negoció la entrada de los cuatro nos pusimos en marcha con un lindo día.
Al llegar al tranque, que tenía poquísima agua, seguimos derecho por un camino ancho que llega a una zona donde han estado moviendo tierra y reparando la canaleta con un curioso acueducto hecho con tambores metálicos soldados que formaron un tubo de unos 8 metros de largo.

Víctor, Eugenio y Pancho
Ahí el camino se hace mas angosto y supera la canaleta y sigue subiendo en dirección al norte pero siempre serpenteando mucho.

La conversa estuvo animada, poniéndonos al día del viaje a Inglaterra de Víctor y su señora y la Isabel y yo también comentamos lo bien que lo pasamos en nuestro paseo italiano.

pájaro
Con el caminar nos empezó a sobrar ropa así que quedamos en polera con un día exquisito de aire muy limpio, la ciudad estaba tapada de una densa capa de nubes que iban perdiendo densidad al meterse en el cajón del río, sobresalían del manto de nubes solo la punta de algunos cerros.

Manquehue y vista de Santiago
Nos dieron casi las 12 y seguíamos caminando así que decidimos parar para no volver demasiado tarde. Paramos en una cumbre con muy buena vista hacia el curioso paisaje que formaba el manto blanco de nubes que tapaba por completo Santiago.

La educación y la tan poca claridad que parece haber en cuanto a las medidas que hay que tomar para que mejore fue otro tema de conversación. Víctor contó de su experiencia como estudiante escolar durante los dos años que le tocó vivir en USA y las evidentes diferencias que existían y seguro siguen existiendo entre los diferentes colegios públicos a los que asisten los niños de cada barrio, y esas diferencias no la hacen los sueldos de los profesores ni la infraestructura sino probablemente el grupo que se educa, sus intereses, sus motivaciones y lo que traen de sus familias de origen. Siempre hay excepciones pero parece ser que esa podría ser una explicación.

smog o nubes ?
La bajada estuvo también bien conversada con temas de trabajo y familiares.

Llegamos a los autos pasadas la una y media así que rajamos para las respectivas casas y nos encontramos con un Santiago frío y oscuro por la densa capa de nubes que vimos desde arriba.

domingo, 13 de julio de 2014

Pre-calentando para la final del mundial en el Manquehue

Otro hermoso día, soleado, casi primaveral. Llegan Martín Wielandt, la Isabel y Eugenio. Estos últimos dos venían llegando de un largo paseo por Italia, hasta Sicilia, motivado por un matrimonio al que fueron invitados.

Martín, Isabel y Gabriel
Destino, Manquehue. Partimos en los tres autos en que andábamos, en perfecta fila india. Echamos de menos, entre muchos otros, a la Mireya y a Pancho, que llamó más tarde desde Isla Negra, señalando que no se había podido arrancar al cerro ...

Martín, atrás Eugenio y escondida, la Isabel
Debo decir una cosa, cada vez que aparece Martín termino riéndome y mucho, de buena gana. Algo tiene Martín, independiente de los temas que ponga, pues muchas veces son temazos, duros e incluso medio pesimistas.

la cumbre del Manquehue, por detrás, por donde subimos
Me había dicho Martín, al llamarme la noche anterior, que no venía con muy buen estado físico. Y el par, Isabel y Eugenio, que venían de este relajo europeo, dejaban bastante que desear. La cosa es que, en ese santuario, antes de la empinada final, los tres tiran la esponja y deciden llegar hasta ahí. Yo no podía hacer lo mismo, algo en mi interior, como subecerro, me impedía no llegar a la meta, así que continué solo.

Eugenio y la Isabel
Les compartí mi experiencia en la U Mayor, con el curso a profesores, intentando una transformación o junto a los 47 que eran, explorar el futuro posible.
La cosa es que a la cuarta sesión, nos exoneraron (eramos tres profesores), por ... mejor mira el blog que escribimos, que refleja al detalle esta experiencia: labeduca1umayor.blogspot.com

Martín, Eugenio y la Isabel
No está fácil la transformación de los profesores y por otra parte, la educación de calidad, gratuita, para todos; ya existe; está en Internet. Solo requiere saber inglés, de momento.

Gabriel, Eugenio y Martín
No me acuerdo porqué, pero de repente les hablé del libro, del que había posteado esa misma mañana, temprano: Zen en el arte del tiro con arco.

Martín y árbol
Una cosa muy importante: Martín (mwielandt@me.com) nos invita a su parcela, por allá por Peñaflor, tipo el tercer fin de semana de agosto, para que se vayan haciendo la idea y marcándolo en sus agendas.
La idea es subir algún cerro de los alrededores y después almorzar allá. Los que quieran pueden ir solo al almuerzo. Se requiere inscripciones previas; no tiene costo ... o si?

la Isabel y Eugenio, camino al santuario
Me encontré con un querido sobrino, Francisco Ruiztagle,  hijo de una prima hermana, que nos pasó y más tarde me volví a cruzar con él cuando iba solo para arriba y el bajando. Nos sacamos fotos, de la que dejo una aquí.

con Francisco Ruiztagle
A la vuelta. relativamente cerca del final, alcancé a la Isabel y Eugenio, con los que llegué a los autos.

Bueno el tema del día era la final del mundial, por lo que en un momento llamamos a la subida, el precalentamento para el mundial.
Escribo estas líneas cuando ya ganó Alemania con un único gol en el alargue, en un excelente partido, apretado. Mi apuesta era que ganaba Alemania por 2 x 0. Erré por uno.

lunes, 7 de julio de 2014

¡ Ojo con los partes, subecerros !

Gabriel,

Ayer domingo subi con Los Malayos el Canoitas.
Nos juntamos a las 8 AM en el mismo lugar que se juntan Los Subecerros y dejé estacionado el auto en la misma calle en que normalmente dejamos el auto Los Subecerros.
Oyeee ... te están sacando un parte
por mal estacionadooo ...
Al volver tipo 5 PM, todos los autos que estaban estacionados allí... salvo el mio... tenían en el parabrisas una infracción de transito por estacionar "subidos a la vereda".

Hay que dejar el auto con las 4 ruedas sobre la calle.

Si alguna rueda esta sobre la corniza, la primera linea de pastelones o sobre el cemento de vereda, fue considerado "estar estacionado sobre la vereda" y cursaron el respectivo parte.

Por una milagrosa situación, a mi, que estaba igualmente "mal" estacionado, no me cursaron el parte (por lo menos no habia nada en mi parabrisas)... Quizás les dio pena el auto para cursarle un parte ...

No lo comento como "comentario" en el blog, porque quiero asegurarme que todos los que estacionan alli normalmente reciban esta comunicacion antes del proximo domingo. Te agradeceré la propagues.

Saludos,

Francisco Toyos

domingo, 6 de julio de 2014

Variante del Alto del Naranjo

Día frío, pero completamente despejado.
Llegan conmigo, Erkki y Rain de estonia; además llegan Pancho, la Consuelo y la Anne Marie. Nos faltó la Mireya.

Decidimos irnos al Alto del Naranjo y tomar la variante a la izquierda, a la altura del primer canal. Cruzar el estero, subir esa subida empinada y volvernos pasando por el Vallecito. Esto último no ocurrió por un desencuentro con los estonios.

Consuelo, Erkki y más atrás Rain
La ruta por sobre la canaleta no está muy transitada, pues ahora que hay cobro y burocracia, le pusieron una hebra de alambre púa al inicio, la que capeamos por debajo. Igual es un sendero muy bello, con el agua corriendo a tus pies en muchos puntos, y trabajos de destape, nos pareció con Pancho, pues había muchas roturas y arreglos.

Anne Marie, Consuelo y con los brazos extendidos
Erkki y Rain. Más atrás Pancho
El estero traía muy poca agua. Lo cruzamos y arrancamos por la subida empinada, hasta bordear esos acantilados que al frente se ven tan notables con sus cascadas y varios posones cuando trae agua.

Erkki se animó y se adelantó hasta perderlo nosotros de vista. Cuando llegamos al punto de desvío, que transformamos en nuestra cumbre, después de un rato partió Rain a buscar a Erkki.

Rain, Erkki, Anne Marie, Consuelo y Pancho
los mismos salvo que Anne Marie enroca con Gabriel
Ahí comimos naranjas de Pancho y frutos secos y mandarinas de Anne Marie.
Esperamos mucho rato y como no volvían ni daban señales de vida, a pesar de nuestros llamados y chiflidos, optamos por volvernos sobre nuestros pasos, dada la hora; las 12.

Pancho, Consuelo, Anne Marie, Erkki y Rain
Al poco andar me llega un mensaje de texto de Erkki, que dice que están al frente, pasado Vallecito y que nos ven. Nos pusimos a gritarles, darles indicaciones a esa distancia, que pareció entendieron porque siguieron correctamente para arriba.

Anne Marie, Erkki y Rain
Un tema por el que anduvimos merodeando fue el video del cura Berrios, lo que nos dio pie para enterarnos con algún detalle de nuestras ubicaciones en relación al tema, un tema candente.

Rain trepando
Al terminar el tramo de la canaleta, coincidimos justo con el arribo de Erkki que venía bajando a las carreras. Más atrás suyo venía Rain.
Pidieron sus disculpas, que no se las aceptamos, pues no nos causaron mayores traspiés.

Rain con la cascada a sus espaldas
Lo que si me faltó contar, es que en un punto del ascenso, hicimos un descanso que aprovechamos en una exquisita meditación que yo guié. Buenos reportes de ello, me hacen pensar que debiéramos aumentar las veces de estas meditaciones.
La Anne Marie aprovechó de contar la estupenda experiencia que está teniendo con las clases de meditación de la Andrea Armendariz, mujer de Pancho.

Pancho y Rain
Pancho pasó a avisar que estábamos todos de vuelta sanos y salvos y con Erkki y Rain nos fuimos adonde la Rosalía a comprar empanadas.

Les aprovecho de pasar un dato de erizos.

Pancho bajando