
Mi primera subida fue un día miércoles, al Pochoco, con mi hijo Felipe que se fue hoy a estudiar a USA por 7 meses. Ahí no atiné y dejé la máquina fotográfica en la casa. Pero quedaron en mi memoria los momentos compartidos, el esfuerzo en la subida (¡pucha que se nota la diferencia de edad!!!), la conversación profunda, la risa..... fue rico.

El fin de semana siguiente, con cámara en mano, rico pic-nic y bonito día, partimos con Sergio y la Andreíta de 11 años, a un sector que se llama El Rulo, cerca de Rancagua. Es mi cerro favorito y espero subirlo con el grupo en primavera.
El objetivo de la Andreíta era llegar luego, para disfrutar del pic-nic. El nuestro, disfrutar la subida, la conversación, la vista, estar con

La bajada fue el premio para ella. Corrimos,saltamos y nos reímos como niños. ¡Un placer!!.
El siguiente Domingo repetimos el paseo. Esta vez con la María Jesús que venía llegando del Sur. Ella es melliza de la María José que subió con nosotros una vez. Es atleta y por lo tanto la subida fue a otro


Volvimos a la cima y nos instalamos a disfrutar de la vista. Estaba frío, así es que nos quedamos un rato corto, pero muy rico y bajamos los tres juntitos, sin separarnos.
¡¡Y nos fuimos a la nieve!!

Le dimos clases de Ski a Sergio, que resultó ser muy buen alumno y nuestra fuente de diversión y risa con sus porrazos. Pero en dos días ya esquiaba por todas las canchas y se manejaba con los andariveles de silla y arrastre.
Nos tocó una nevada de alrededor de 30 cm, que disfrutamos y mejoró el estado de las canchas que en la base tienen poquita nieve.
Hoy me metí al blog y me encontré con el testimonio de Jorge, ¡¡potente!!. Me motivó, aparte de hacer un comentario ahí mismo, a escribir, mandar fotos y mantener el contacto. ¡Es demasiado bueno ser parte de este grupo!! Pero como no me manejo en el blog, lo hago a través de Gabriel y del email.
Cuento con tu ayuda!!!!
Gracias y miles de cariños,
Mabel.
(+ fotos)