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lunes, 16 de enero de 2012

Paseo a la curva 32 del Camino a Farellones

La Ex Terpel figuraba llena de gente desde antes de las 8:00 pero no correspondía a ninguno de los "nuestros". Al poco rato fueron apareciendo sucesivamente Alicia Hameau, Ana María Díaz, Francisco Valdivieso, Pancho Balart y quien escribe, Lucho Latorre. Hubo grandes ausentes, cuya constancia hizo que los echáramos en falta: Gabriel, la Princesa, la Rebeca, la M. Elena, Martín, etcétera. Con todo y pese a ello, tales sentidas ausencias, no fueron óbice para que pronto nos pusiéramos de acuerdo y de este modo acometiéramos nuestro desafío del día: esta vez, la curva 32 del Camino a Farellones.

Alicia, Ana María, Pancho, Lucho
Un día magnífico, un panorama espléndido, quizá como nunca nos auscultaban desde baja altura, cerca nuestro, 3 cóndores y un águila que nos deleitaban con sus evoluciones aéreas. Luego, como queriendo rivalizar con tales destrezas, apareció una golondrina, con un tipo de vuelo absolutamente diferente, con giros rápidos: llamaba la atención que lo hacía entre los 5 sube cerros, casi interrumpiendo la amena conversación, como aquellos niños que no quieren perder protagonismo a riesgo de ser retados por sus padres: verdaderamente insólito y bello. Comentábamos la eclosión de vida a esas alturas: aves, insectos, lagartijas, flores, en fin una comarca animal variopinto.

por la ruta en travesía con Pancho de guía
Como la subida no ofreció grandes dificultades, Pancho, que nos lideraba, optó por hacer un regreso que más que un descenso asemejaba un nuevo ascenso: en efecto, se las ingenió para que, pese a seguir subiendo, llegáramos de regreso al automóvil felices de esta nueva y mágica experiencia, con aquellos alados anfitriones. Una vez más, una mañana de sana entretención, fecunda amistad, bastante ejercicio, en fin. salud para el cuerpo y el alma.

Francisco y Pancho, en una cumbre
En algún momento del descenso / ascenso, Francisco Valdivieso nos alegró con sus magníficas interpretaciones de boleros: un verdadero lujo en este equipo. Asimismo las fotografías corrieron de su parte.

Ana María, escoltada por Lucho
Es probable que el próximo domingo yo no sea de la partida y que a continuación tome algunos días de vacaciones, por lo que --no sin nostalgia-- me despedí hasta el domingo 27 de febrero, oportunidad en que, junto con comenzar en los hechos el año laboral, recomenzaré por mi parte estas incursiones que tanto y tanto me regalan.

Lucho Latorre, en las altas cumbres

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