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domingo, 13 de octubre de 2019

Por las Caballerizas en una seca primavera

Llego primero al punto de encuentro. Al poco rato llega la Soledad y la invito a sentarse en mi auto y escuchar una bella música clásica que escuchaba.
Estábamos a punto de irnos a los cerros, cuando llega raudo, como a 10 para las 9, Francisco Toyos, la Anne Marie y la amiga, alemana, Sabine. Esta última de paso por Chile, de visita.

Francisco, Gabriel, Sabine y Anne Marie
La Anne Marie pide hacerla corta, pues tiene compromisos que la obligan a estar a la una en su casa. Ningún problema, elige tú el destino. Las Caballerizas (Huinganal) y para allá partimos, en dos autos, dejando el mio en el Líder grande.

pavo real cortejando
Por la izquierda o por la derecha. Optamos por la derecha, por la subida empinada.

Juan Vásquez, el dueño de los pavos reales y su nieto

En la ruta, que hacia rato no recorríamos, nos encontramos con novedades. Construcciones, animales, pavos reales. Y un inquilino, dueño del ganado a la vista, en que lo que nos atrapó y detuvo un buen rato, era un pavo real macho, con todas sus bellas plumas desplegadas, que cortejaba a una indiferente hembra. De repente se metió un pavo clásico, a hacérsela difícil al pavo real. Y nosotros contemplando este espectáculo.
De ahí que nos instalamos a conversar con Juan Vásquez, el inquilino, que nos dijo que los campos en que estábamos, eran de un señor Ossandon, para el que él trabajaba.

en la mesa de cumbre; atrás la virgen
Seguimos cerro arriba, dudando de cuanto avanzaríamos, en linea con el pedido de Anne Marie de estar a la una en su casa. Propuse parar a las 11, hacer el alto de cumbre y volvernos por donde mismo veníamos.
Pero no fue así. Mas impulsaron el dar la vuelta completa, con escala en la mesa con bancas, cosa que al final hicimos.
Y dimos la vuelta completa, bajando por el otro lado.

Anne Marie y Sabine
Bastantes ciclistas y caminantes nos encontramos. El día estaba nublado, con bastante luminosidad.
El suelo seco, los arboles resecos, poco pasto verde en el suelo. La sequía es un dato. Juan nos dijo que en estos cerros había animales que morían de hambre. Mal. Dicen que mañana lunes lloverá; ojalá.

la Soledad oliendo el aroma de las flores
Al pararnos de la mesa de cumbre, la Anne Marie y sus acompañantes, se despidieron de nosotros y se alejaron apurados. Yo seguí con la Soledad, a ritmo normal.
Llegamos al auto tipo 13:30.
Hicimos el circuito normal, cosa que en un momento pensamos no haríamos. Buena cosa. Igual quedamos cansaditos.

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