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lunes, 11 de octubre de 2010

Subida con sonidos de la naturaleza

Este domingo 10 de octubre me puse de acuerdo con Pancho  para subir cerros, él me pasa a buscar a las 8:15am hora nueva y partimos rumbo al puente Ñilhué para desde allí encaramarnos al cerro que está frente  al Alto del Naranjo por lo que tomamos el camino alternativo en el mirador de las vacas hacia la izquierda,  ruta que desde hace muchos meses que no hacemos. Una hora menos de sueño por el cambio de hora es algo que siento intensamente antes de la partida.
 Pancho me cuenta que este mismo dia en la tarde inicia un viaje a la China por alrededor de dos semanas, por lo que le viene bien una caminata para compensar las largas horas de vuelo que le esperan. Desde el inicio, las conversaciones se focalizan en buenos consejos, desde la mirada empresarial de Pancho, para un nuevo proyecto de negocio en que estoy empeñada los últimos meses en llevar a cabo.

Durante la subida, nos encontramos con varios campamentos de jóvenes de un grupo religioso cristiano que comienzan su mañana, con lecturas de la biblia y que saludamos gentilmente mientras con asombro  nos observan pasar en medio de sus carpas. Cruzando el aguita, comenzamos la empinada ruta hasta el lugar que ocuparemos para el descanso con amplias vistas hacia la caída de agua, cuyo sonido nos acompañará durante casi toda la caminata.
 Arriba, ya descansando y comiéndo las naranjas de Pancho, otro sonido curioso de golpeteo nos pone en alerta y  sigilosamente nos acercamos al árbol que tenemos en frente hasta descubrir que el productor de esos golpecitos era un bellísimo pájaro carpintero. Por varios minutos nos entretiene este colorido pajarito con gorro rojo que pareciera jugar a las escondidas con nosotros, y que en su afán de encontrar su alimento; golpea la madera de troncos fuertemente y se muestra por segundos para deleite de nuestros ojos (y oídos también). Aunque no atinamos a fotografiar, la Andrea señora de Pancho me facilita una excelente foto de su autoría para ilustrar en este posteo, una imagen de este noble pajarito capturada en su propia casa hace un tiempo atrás.


La bajada la hacemos por el mismo camino de subida, nos sorprende en algunos tramos la belleza de jardines que  los dedales de oro  junto a otras muchas especies silvestres rodean los senderos, algo de esto dejamos registrados con el celular de Pancho. El calor del mediodía ya nos hace sentir que se acerca el verano y queda pendiente un chapuzón en las pozas que fácilmente se encuentran por los alrededores.


Excelente mañana llena de regalos que generosamente nos ofrece la naturaleza, buenas conversaciones entre amigos que ya formamos equipo domingo a domingo para compartir nuestras vidas como familia subecerros que somos.! buen viaje Pancho!

2 comentarios:

  1. los dos solitos? parece que harto calor en santiago. aqui tambien se traspira ya que tenemos un verano de san juan. hice un link en mi pagina para leerlos con mas frecuencia. rebeca, escribeme porfa.

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  2. Mientras ustedes subían en un soleado día, yo caminaba por una pedregosa playa de Santo Domingo, hacia la roca que está hacia el sur, hito de todos los caminantes de esa playa, en un día de nubosidad espesa, al nivel de garuga.
    Si, pensé en ustedes; por donde andarían; quienes serían. Bueno, ya lo se y gracias por ello Rebeca y por este pronto posteo.
    Saludos

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