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domingo, 1 de abril de 2018

Moscos juegan con nosotros en las Varas

Esperaba en el punto de encuentro, abierto a la posibilidad de que no llegara nadie, por ser fin de semana largo, por semana santa.
De repente miro para atrás y hay un auto. Nos bajamos al mismo tiempo y era la Soledad Tagle; tiempo que no la veía.
Al poco rato llega Pancho, para mi sorpresa, pues me había dicho que se iba para la playa. Bueno, fue, pero se volvieron ayer, para venir al cerro. Que tal ?

Pancho y la Soledad
Cuento que tengo un magno evento al almuerzo en mi casa, toda mi familia se reúne, completa, incluidos los de Puerto Varas. Y debo pasar a buscar, después del cerro, a mi suegra. No se me puede olvidar.

Bueno, las Varas es la mejor solución, concluimos. Y para allá partimos en mi chiche nuevo.
Aun no llegaba la cobradora, así que pasamos de largo, camino al tranque donde termina la canaleta.

buena vista; el Plomo desapareció en el contraluz
Vamos en animada conversa. La Soledad estuvo por Nueva Zelanda y Australia, con dos de sus hijos. Nos contó por menores. Disfrutó, mucho. Su marido atendía por estas tierras asuntos de cosechas.
Recordamos que mandó una foto de una subida de cerros por allá (al final de este posteo está).

Compartimos impresiones de la estupenda serie Merlí que tanto la Soledad como yo vemos en Netflix.

parásito o partner decorativo ?
Hay un momento, en que figuramos los tres quietos, mirando un piño de moscos, sobre el canal, con el sol iluminándolos y una zona sombría detrás para poder verlos con claridad. Volaban todos en el mismo lugar, dando vueltas aleatorias, cada uno por su cuenta. Cuando de repente, todos al mismo tiempo hacen como un mismo paso de baile: siete centímetros hacia arriba y tres para abajo. Guau ! cómo se coordinan ? Lo hacen cada cierto rato, sin previo aviso. Cómo lo hacen ? nosotros asombrados, admirando la escena, la maravilla. Pancho piensa que puede ser un viento. No, le digo. Pienso más bien, que nuestra manera de ver occidental de todo compartimentalizado, los ve como un grupo de individualidades. Imagínate que son una unidad, un organismo, que al vernos viéndolos, se divierten haciéndonos esos pasos de bailes, conectando con nosotros.
Una maravilla, asombrosa.

pasando la parte difícil
Les cuento que deben ver la carrera Volvo Ocean Race, que está ocurriendo en este momento, de veleros oceánicos de distintas nacionalidades. Acaban de pasar por el Cabo de Hornos y se dirigen a un punto de Brasil. Han tenido algunos tropiezos, como rotura de velas y mástiles, en las zonas de tempestades del pacífico sur. Y a un barco se le fue hombre al agua y no fueron capaces de recuperarlo después de horas de búsqueda. Simplemente desapareció en el mar.
Vale la pena seguirlo por el sitio web del que dejé link más arriba.

Parada en una sombra cerca de la canaleta, a descansar y comer algunas almendras y naranjas, tanto de Pancho como de la Soledad. A las 11:30 las emprendimos para abajo.

gente acampando en el tranque; incluso los vimos bañándose
En una hora estábamos en el auto, después de haber recorrido casi nueve kilómetros, según indicadores del celular de Pancho.

Tarea cumplida. Ejercicio realizado, en contacto con la naturaleza y en muy buena compañía. Y de vuelta a casa.

2 comentarios:

  1. Me encantó tu reporte.. no los leía hace tiempo parece y al leerte me transporto a ese tiempo y espacio sagrado q espero pronto volver a retomar aunq sea de vez en cuando y con mi hija a cuestas :)

    Abrazos a todos
    Andrea

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