Páginas

domingo, 9 de diciembre de 2018

Manada de caballos en Las Varas

Amanece completamente despejado. Me echo su buena dosis de protector.
Llego al punto de encuentro y hay dos autos; el de Víctor y el de Pancho. No los veo; los voy a buscar a la cafetería y ahí están, Pancho con un café en las manos.
Las Varas ? Por supuesto.
Vamos en tu auto dice Víctor. Bien, así que nos vamos los tres en mi auto.

Ya está la señora de los cobros sentada en su escritorio. Pancho se pone, a luca por nuca, sin darle tiempo a la señora de pensar siquiera en emitir una Boleta.

Pancho y Víctor
Los dos perros blanco y negro, ni que nos hubieran estado esperando. Nos acompañarán toda la vuelta. Eso si que su negocio adyacente era perseguir conejos. Muchos vimos. Al final, sacaban a un conejo de su escondite y ni se molestaban en seguirlo. Patanes, les grité al llegar al tranque grande.

Rápidamente llegamos al tranque de Dirk. Esto pues la vez pasada se accidentó una rodilla y quedó ahí tirado, esperando que lo vinieran a buscar. Así que le pusimos a ese tranque, el tranque de Dirk.
Bueno, él está bien y mejorando, con promesa de dejar pronto la muleta con que anda.

bella flor
Ninguna mujer en nuestro grupo de tres hombres. Hablando de eso y llega una mujer sola, que pide paso y antes de que alguno hiciera un amago de reclutarla, arranca hacia adelante, trotando. No, no es de nuestro nivel, pensamos algo frustrados.

Víctor y más allá Pancho
Ciclistas bajaban soplados, por el otro lado de la canaleta. Una ruta que nunca habíamos visto traficada. Eran varios e iban rápido.
Varios ciclistas nos pasaron en el mismo sentido que íbamos subiendo. Incluso al final ya bajando, tres ciclistas pasan agradeciendo el darles el paso, hechos una zumba para abajo.

Que bella ruta es esta volvimos a decir, con esto de caminar, muchas veces bajo la sombra de arboles regados por las filtraciones de la canaleta, junto a una canaleta de agua cristalina, que además canta con su música de descenso en distintas pendientes y con distintos obstáculos.

caballos muy cerca
Cuando estábamos sentados en nuestra cumbre del día, a la orilla de la canaleta, llegaron varios caballos, que como andaban en patota, se atrevieron a ir a tomar agua muy cerca nuestro, tanto que incluso intenté darle agua con la mano a uno de ellos, que la olfateó, pero de la que no bebió.

nuestros perros saludan a un tercer perro que venía con unos ciclistas que pasaron y optó, agotado, por seguir con nosotros
Yo les conté de mi evento 3xi al que fui el jueves de esta semana y de la muerte de mi tía Alicia Betteley. Ellos hablaban de la inoperancia del sector público. Tremendo.
Pancho va a ser abuelo por segunda vez y su hija viene de Europa, con pololo nuevo, a pasar las fiestas de final de año con ellos.

Cansaditos llegamos al auto y rápidamente arrancamos a casa. Yo a un almuerzo de celebración de los 40 años de mi hija embarazada de su segundo hijo y cuarto nieto nuestro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario