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domingo, 21 de octubre de 2007

Y nos fuimos al Pochoco

Hoy domingo 21 de octubre, un día soleado, el pequeño grupo que se juntó en la YPF 8:30 decidió darse una vuelta por el Pochoco. Eramos, Jorge Milla, Mabel y Sergio, Consuelo y Gabriel.

Hugo Ravera no fue habido; esperaba topármelo. Un conocido me dijo que estaba imposibilitado de subir cerros por orden médica, luego que un perro le mordiera gravemente el brazo izquierdo. Este perro cuidaba la casa de abajo de donde él vive, que de hecho es suya y arrienda. Entró y el perro lo desconoció y ... por suerte está vivo. Espero Hugo, salgas adelante de esta y vuelvas a estos parajes.

La conversa para arriba fue abundante. Un cerro bastante traficado, con las rutas de los senderos bastante deterioradas.

Hicimos un descanso en el mirador, donde empezó nuestra sesión de fotos.

Mabel ratificó su fiesta de cumpleaños e invitó ademas a Jorge y wife.

Curiosamente no me crucé con nadie conocido, cosa que me sorprendió. Habitualmente así ocurre en este concurrido cerro.

Arriba descansamos muy largamente, casi una hora diría yo, por lo grato del sol, la temperatura y la compañía.

Los temas por los que nos paseamos, para dar una idea de la tónica, fueron:

- los hechos de la vida nos hacen revisar nuestras estructuras mentales y nos abren a nuevas dimensiones, que cuando las acogemos nos pueden llenar de regalos y aprendizaje

- la dimensión espiritual está algo desprestigiada, sin embargo tiene sin duda una presencia en el tipo de ser que somos, por lo tanto quienes se impregnen de conocimientos renovados de esta faceta de la vida serán importantes en nuestro crecimiento; pero tienen que renovar el discurso

- el matonaje de los que se sienten tienen en sus manos como es la cosa, en la dimensión que sea, tendremos que movernos a posturas mas aceptadoras de la diversidad, especialmente en estos tiempos de falta de verdades absolutas y sin sentido

- el amor es .. (ya empecé) la experiencia de estar con otro en real aceptación del otro, sintiendo que quien soy se puede desplegar libre y ampliamente y mientras más lo hace más se maravilla el otro; y los que andan tocando estos espacios iluminan los espacios y cumbres de los cerros

Bueno, los que no son parte de estos espacios que creamos los que subimos estos cerros, quizás ni se imaginan que estar entre 4 y 5 horas juntos da para tantas profundidades.

Y además hacemos ejercicio y disfrutamos de la vista de la naturaleza y cóndores que hoy nos acompañaron en la cumbre.

PD: resto de las fotos en Flickr

2 comentarios:

  1. Anónimo9:10 p.m.

    Que pena que el destino de hoy fuera el Pochoco. Anoche tuve un matrimonio (del que me fui a las 5:30 AM) y hoy despues de mucho tiempo llegue a la YPF a las 9:00 en vez de la hora habitual. Hice una apuesta... a donde habran ido... Y perdi.

    Subi al Alto del Maranjo acompañado de mi hijo y dos amigo/a, fue muy grato, pero mas hubiera sido encontrarlos.

    Saludos,

    Francisco

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  2. bueno, me lo perdí pero igual ustedes saben que no me gusta subir el Pochoco.

    Yo hice algo distinto y caminé horas bordeando el Mapocho pero en la ciudad, desde la Plaza Baquedano.

    Se vé que la conversación estuvo buena.

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