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domingo, 23 de diciembre de 2007

Celebración en la canaleta

Hoy fue un día especial; nos fuimos a los cerros cargados de ingredientes que cada uno llevaba sin mas, para hacer un ágape de celebración de cierre del año e inicio del próximo.

Que vamos a los Llanos de Javier (alguien lo empezó de tratar de santo), que si nos vamos al Alto del Naranjo, tendremos agua, que con los calores podríamos incluso bañarnos. Finalmente la proposición de Pancho ganó, que fue la de irnos al canal del Alto del Naranjo, pero por una ruta nueva y en una dirección que nunca habíamos hecho, que fue aguas abajo.
Toda esta conversación la hacíamos en la YPF, pasadas las 8 de la mañana de este domingo 23 de diciembre.

Se excusaron por viajes a balnearios, Mabel y María Elena. Saludos para ellas y espero estén ambas bien y disfrutando.

Al primer cruce doblamos a la derecha y subimos hacia el canal por la ruta de más a la derecha. Llegamos al canal y buscamos un lugar grato donde instalarnos. Y así fue, después de andar por varias vueltas de la ruta bromeando que ojo, que la vuelta la haríamos borrachos por posibles despeños.

Partimos abriendo una exquisita y helada botella de champagne que trajo Pancho, junto a unos vasitos ad-hoc. Celebramos haciendo brindis y discursos emotivos y sinceros, destacando lo significativo para cada uno de este grupo y la instancia de encaramarnos por estos cerros, donde los rollos van quedando atrás y en las muchas horas que en definitiva pasamos juntos, conversamos de todo, incluso de los temas mas personales.

Somos un grupo de buenos amigos, importantes unos para otros. Fue un encuentro como un abrazo, de amigos queridos.

Nos entonamos, especialmente cuando le dimos el bajo a continuación a una botella de buen tinto. Tenemos que destacar un pan de pascua exquisito que hizo con sus propias manos la Consuelo, del cual no dejamos ningún gramo, en su hermosa bandeja, detalle de la gourmet.

Maní con sabor a albaca que llevó la Rebeca, el paté con galletitas que llevé yo, las guindas de la Marcela.

Fue un memorable y afectuoso encuentro, debajo de un maitén (dato de la Consuelo) con vista a un pequeño laguito, lo que hizo de la instancia una bastante refrescante, pues la brisa, el agua de la canaleta a nuestras espaldas y la vista del agua al frente, hicieron el cuadro perfecto.

A la vuelta, dejé que el grupo se alejara y me di un chapuzón de cuerpo completo en el canal, donde recuerdo haber permanecido de espaldas un buen rato.
Encontré al grupo en el punto de separación de la canaleta, donde habían metido los pies y las cabezas al agua.

Bajamos por donde habíamos subido, sintiendo el calor del cajón sin viento hasta que en las vecindades del río la brisa nos devolvió las frescura.

Un día muy especial que no será muy fácilmente olvidado, sin dudas.

1 comentario:

  1. Salud!!! Por ese maravilloso dia, que todos los deseos y sueños para el 2008 se realizen.

    !Que vivamos muchos años más subiendo cerros para continuar estas memorables conversaciones y celebraciones!!!

    !Salud!!!

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