El grupo de la Mabel, pide desde su mesa del lado, un cerro con piedad. Pancho, nuestro líder de iniciativas variadas, conversa con ellos y luego de algún debate, decidimos repetir el cerro del domingo pasado: la Hermita a la izquierda.
Pancho es nominado por aclamación nuevamente nuestro líder. El problema fue que había gente joven, que se fueron con él, e incluso se le adelantaban. Eso cambió al líder que tuvimos la semana pasada. La cosa fue mas desordenada.
Con dos coaches en el equipo la subida se anima con interpretaciones notables. Esto de ejercer de líder da para una sesión completa de coach, sin duda.
El día estaba mas frío que el domingo pasado, así que subí con polar y no me lo saqué nunca; en parte también porque estuve resfriado en la semana.
Bueno, la subida está llena de voces diversas y hecho de menos mas voces hablando. Aunque sea en la forma de comentarios. No los hacen o los hacen poco; nada. ¿Qué será? me pregunto; ¿Será que piensan que este es un espacio mío?
Llegamos a la cumbre con hartos recovecos y vueltas en un áspero ascenso, por zonas difíciles y algunas arriesgadas. Vi a Pancho deslizarse por una roca, de espaldas, con un cactus que le lamía la cara; con una Jóse que le pedía perdón por haberlo metido en ese entuerto. Yo busqué por otro lado; no quise entrar en esa vereda.
Así, de piadosa la ruta no tuvo nada. Y los que la pidieron juraron nunca más hacer pedidos de ese tipo, y los responsables torcieron los argumentos diciendo que habían interpretado una ruta piadosa como una en que los que subían pidieran el algún momento "piedad".
Arriba, descansamos en exactamente el mismo punto en que el domingo pasado cantamos con Miguel. Esta vez el hecho relevante fue un rito dirigido por Jorge Milla, en que nos tomamos las manos, cerramos los ojos, miramos hacia el cosmos y pedimos lo que cada uno quería pedirle al cosmos. Esto en conmemoración de que ayer, 21 de Junio, día mas corto del año, es a la vez el año nuevo de los mayas y un día muy especial en el calendario maya, donde el planeta sufre un cambio de vibración importante, para mejor.
Comimos, entre otras cosas los manjares de Sergio, que fue tema un rato.
Eludiendo el frío partimos nuestro descenso. Me tocó ser el guía y opté por innovar por una nueva ruta, que una parte me hizo rebotar de vuelta por impasable. Nos salvó el liderazgo de Mabel, llegando sanos y salvos a los autos.
Fue una entretenida bajada, de igual forma que fue la subida. De piadosa no tuvo nada.
Algunos pasamos adonde Dn Gabriel a comernos unas empanadas y unos panes amasados con mantequilla.
Otra mañana memorable y me alegro mucho que nos haya acompañado mi sobrino Jorge Bunster, que fue acogido por este grupo excelentemente.
(+ fotos)
Gabriel:
ResponderBorrarBuena subida en grupo numeroso, distinto siempre diferente., eso es lo bueno. jóvenes y no tan jóvenes disfrutando la misma actividad.
Me llama la atención lo que dices de la falta de comentarios o que creamos que es un espacio tuyo...no entiendo esa parte.
Yo creo que el cerro no fué para nada piadoso y para mi fué una subida muy pesada que en varios momento no me quedaba aire en los pulmones...apenas respiraba menos iba a hablar.
Ahora sé porque estaba tan ahogada y es porque el lunes amanecí super resfriada y aún lo estoy.
Me estoy cuidando para la de este domingo.
Gracias por el posteo y las fotos, estos se han transformado en lectura obligada de la semana.