La pendiente y lo pendiente se dieron cita hoy simutáneamente esta mañana nubosa de fin de semana largo. Pendiente la subida al cerro que habíamos comenzado el domingo pasado y lo pendiente del imponente muro rocoso en la cumbre.
Eramos seis desde el comienzo en la Terpel que junto al habitual cafecito, compartimos un rico queque hecho por la Consuelo; Pancho, la Consuelo, Gabriel, Andrés con su Marisol y yo (Rebeca). La Marisol apareció después de largo tiempo y venía mucho más repuesta de su lesión en la rodilla, y nos quedamos eso sí un poco cortos en conversación con ella, que siguió camino pavimentado con su protector marido Andrés que le cuida sus pasos para prevenir alguno mal dado.



Una animada conversación de blogs en el aula hizo más corto el paseo, tal como en los cerros, el desafío que se abre en la educación usando estas herramientas me parece gigantesco y siento la experiencia aún reciente de ir dando los primeros pasos, de lejos, de lado, de frente, y por donde se mire: una explosión de ventajas que cambian definitivamente las formas tradicionales de comunicación fomentando en los individuos la expresión creativa y sentirse responsables de su propio aprendizaje.

!!Inolvidable paseo!!