Ayer domingo nos reunimos en la Terpel, Carlos Salazar, la Consuelo, Gabriel, Pancho, La Mabel y .. la Jeanie, que apareció después de más de un año por su peregrinación a la India.
Ese fue tema importante de la caminata. Pues si, decidimos hacer solamente una caminata, ya que sus zapatos de escalar aun figuran guardados en un container, quien sabe donde.
Así que volvimos a ir a la Hermita y optamos por caminar por el camino que recorre el valle hacia el interior. Muy bonito por lo demás.
Supimos mas tarde que nuestro amigo Andrés Reutter no se percató del cambio de horario, debidamente puesto en este blog, y apareció a las 8:00 am y como no apareció nadie, fue solo al Alto del Naranjo. Lástima.
El día era fresco; había pronóstico de lluvia para la tarde y yo figuraba de pantalón corto y camisa de manga corta, mientras que todos los demás iban con sus buenos abrigos sobre la polera o camisa. Destacada fue una camisa que llevó la María Elena que amerita nombramiento especial.
Mucha conversa en grupos de a dos o tres. Placentera caminata, con un clima templado para fresco, en plano, que igual fue ejercicio y cansancio.
Estamos en un otoño que no quiere destaparse en las lluvias que necesitamos, así que espero que las lluvias que están pronosticadas para los días siguientes, se desaten.
La Rebeca figuraba cantando en su nuevo coro en alguna misa esta mañana. Promerió no faltar el próximo domingo.
Los temas de las conversaciones no son materia para poner en este blog y en paseos de esta naturaleza, esas conversaciones ocupan buena parte del tiempo y atención. Buenas conversaciones; nutritivas.
La presencia de caballos, huasos, potreros, media luna, la historia de los especie de Woodstock que de tarde en vez se dan en estos lugares, llenaron una nueva y grata mañana, que igual apuramos, pues el día de la madre en que estábamos, apuró nuestros pasos de vuelta.
Ojalá que la María Elena haya encontrado su billetera y documentos.
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