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lunes, 27 de junio de 2011

Al Pochoco: el "tata" de los cerros

Al Pochoco partimos después de esperar unos minutos en el auto a alguién más que se hubiera quedado rezagado en Santiago este fin de semana largo, ya que muchos aprovecharon para escapar, más que del frio, del aire contaminado que hemos tenido sobre nuestras cabezas este invierno. Somos tres los que llegamos al encuentro dominical, la Isabel, Gabriel y yo (Rebeca).

Isabel y Gabriel
La mañana estaba espléndida, frío polar a las 8:30, calculo unos cuantos grados con signo menos...pero el sol comienza a calentar rápidamente y unos pasos más arriba, me quito la mitad de la ropa que llevaba puesta para no sentirme tan acalorada. La Isabel viene muy motivada y al escuchar "Pochoco" se anima ya que ha escuchado hablar a sus hijos de este famoso cerro y quiere conquistarlo tal como ellos.

Luminoso dia domingo

 Nos ponemos en camino y mientras... les voy contando a mis acompañantes, de la charla a la que asistí el sábado donde mi amiga Marcela Martinoli, que viene del área de la expresión corporal y la danza, expone sobre el tema de las terapias corporales. Dice ella que nosotros, hasta los 3 años de edad, nos movemos en forma natural, luego de ese tiempo, comenzamos a adaptar nuestro cuerpo y sus movimientos al entorno que nos rodea: desde el amoblado diseñado para adultos, como también vamos adoptamos gestos y hábitos familiares y culturales. Estos van paulatinamente condicionando nuestros movimientos y los distorsionan. La consecuencia de estos "malos movimientos o posturas" que hacemos de manera inconsciente, producen bloqueos en el cuerpo, y estos conducen a que con el tiempo, nos produzcan daños más severos u otras enfermedades.

 La caminata en los cerros es una excelente manera de corregir malos movimientos y hábitos corporales

La buena noticia que ella nos trae es; que estudiosos del cuerpo humano han creado varios métodos y terapias corporales para recuperar la plasticidad natural y evitar así también, el derroche de energía que nos producen estas posturas o gestos antinatura que sin darnos cuenta, realizamos. Las mujeres especialmente que estamos tan influenciadas por la moda y la estética, el daño del uso de tacos altos que se produce en la espalda es casi aterrador, como también la manía de colgarnos carteras y bolsos en nuestros hombros sin considerar el peso. Estos actos forman parte de los hábitos que acarreamos y que las nuevas generaciones han asumido inventándose, entre otras medidas, el uso de mochilas, zapatos cómodos y bajos, el diseño de muebles ergonómicos  y otras brillantes ideas que consideran la optimización del bienestar humano en relación a su productividad y eficiencia en su quehacer cotidiano.

Cada vez más cerca de la cumbre
 De vuelta a nuestro paseo; el pochoco es intenso y el día luminoso por el radiante sol que deja caer sus rayos en las nieves recién caídas, estas ofrecen un gran espectáculo digno de fotografiar para compartir. Ahí está Gabriel, dale que dale con las fotos. Santiago se divisa limpio y claro, se vé todo, desde la poca agua que lleva el mapocho, hasta las finas líneas que limitan nuestra visión de las majestuosas cumbres cordilleranas del oriente y poniente. Hacemos un aro para meditar un poco antes de llegar a la cumbre, es un lugar secreto y silencioso, lo único que les puedo decir es que tiene una vista fabulosa.

descansando en la cumbre como en la playa



Llegamos a la cumbre y nos encontramos con varios grupos de jóvenes que animados por el logro alcanzado después del esfuerzo físico, se toman este espacio para descansar como si estuvieran en la playa, mientras nosotros tal como ellos, buscamos la mejor vista para situarnos...cosa que no es fácil ya que por donde se mire...el bello paisaje está en todas partes. Compartimos  frutas y conversaciones que siguen siendo sobre el cuerpo humano...su belleza y los complejos.

Isabel en la cumbre del Pochoco
La bajada se hace con pausas, este cerro está muy erosionado y hay zonas en que poner el pie, requiere atención para no salir rodando. Llegamos al auto algo cansados listos para la siesta. Esquisito dia, agradable respirar profundo, el "tata" o cerro de los inicios como nos explica Gabriel, nos regaló un formidable paisaje y una mañana inspiradora que nos llena de aire puro y alegría al corazón.


1 comentario:

  1. Que buen posteo Rebeca; aparte que nos conectas con algunas de las fuentes de este tema de la bioenergética, que empieza a estar tan de moda.
    Un hermoso día, de un cerro querido, pero ya algo estropeado.
    Buena compañía además.

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