Grupo: Gabriel, Francisco, Pancho, Rebeca, Claudia y Andrea Bunster |
El encuentro de esta preciosa mañana primaveral de octubre en la esquina habitual se realiza como siempre en la novedad de quienes llegan. Esta vez nos reunimos los conocidos Francisco, Lucho, Pancho, Gabriel (bien resfriado) con su hija Andrea, y los invitados son Lily Reginatto y su pareja José Manuel acompañados ambos por Claudia: amiga y compañera de trabajo. Ellas comparten su profesión de kinesiólogas y llegan hasta estos cerros a través de Andrea Armendáriz.
Lily y José Manuel |
Buen lote nos juntamos y nos dirigimos al Pochoco por detrás, es decir, la caminata hacia el Pochocón por calle piedrosa hasta casi la cima. Todavía podía sentir el olorcito a tierra mojada que nos había dejado la lluvia del viernes, que además nos sorprendió con un precioso arcoiris. Esa aguita caída nos permite hoy aspirar aire limpio cubierto de cielos luminosos absolutamente despejados. De amanecida eso si, aún la temperatura es baja y no me animo a sacarme el polar hasta pasada la primera hora de caminata.
Andrea Bunster |
La Andrea viene por necesidad (lo confiesa...), se declara amante de la naturaleza y las caminatas, pero reconoce que levantarse temprano en domingo le complica, hay momentos en que movilizarse produce un estado de bienestar que por lejos supera el sacrificio, eso ella lo sabe y por eso aceptó la invitación de su padre. La última vez qe subió cerros con nosotros estaba recién titulada, el tiempo no pasa en vano y hoy ya es un psicóloga con consulta.
Lily, Andrea y Rebeca |
Venimos animadamente conversando con Claudia de su trabajo con niños que tienen sindrome de dawn., ella nos cuenta de los desafios que tienen tanto con los niños como con sus padres. Lily también tiene mucho que contar y el tiempo se me pasa volando mientras la escucho hablar de sus pacientes a quienes ella les aplica masajes. Tenemos muchas recetas y datos que compartir para mejorar una que otra "fallita de fábrica" o de época.
Ejercitando la voluntad y la flexibilidad |
No podíamos dejar de conversar de la situación del país, los problemas con la educación nos conduce por diferentes caminos e interpretaciones del análisis de los últimos hechos que se han sucedido en estos dias, sin embargo aunque la cosa está peluda, tenemos que armarnos de paciencia (digo yo), ya que al parecer tenemos "movilización" para rato.Mientras las posiciones entre estudiantes y gobierno se polarizan, la conversa se pone intensa y apasionada ya que los ánimos, tanto como el aire que se respira, huele a "cambios", estos sólo se realizan cuando hay acuerdos, se requiere entonces mucha voluntad y flexibilidad, ejercicio que venimos haciéndo con el cuerpo todo el tiempo mientras nos encaramamos a los cerros.
Hora de la "merienda"en la cumbre |
Ya en la cima del Pochocón, felizmente sentados comiéndo las naranjas de Pancho y las galletas de champaña de Lucho, la conversación se centra en torno a las relaciones de parejas jóvenes, de los que se casan y muy pronto se descasan. Lo que les pasa a ellos por la mente, es un misterio para nosotros los + "viej@s", pero comparto mi teoría de que tanto hombres como mujeres empataron en independencia y si no hay un proyecto de vida común que los una, osea que les haga sentido el hecho de estar juntos, es difícil que resulte.
La naturaleza se expresa entera |
Dia radiante en que la naturaleza de expresa entera en colores, pastos brotando forman prados que alfombran de verde estos cerros, el contraste de colores blanco y gris oscuro de las altas montañas del fondo del paisaje... me tocan alguna fibra que me devuelve la sonrisa automáticamente.! En fin!... con un largo suspiro termino este posteo profundamente agradecida de este dia, y de ayer y de mañana.
Que buen relato y registro de recuerdo Rebeca; con los temas incluidos, de los estudiantes y me dejaste pensando con eso de un proyecto de vida para las parejas jóvenes; buen punto.
ResponderBorrarY el tremendo gusto que es para mi tener ahí de compañía a mi querida hija Andrea