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lunes, 21 de diciembre de 2015

Chochando por la canaleta de Las Varas

Llego al punto de encuentro y conversan Dirk con la Consuelo. Al poco rato llega Víctor. Seremos esos cuatro.

Propongo Las Varas que le lleva canal, que para estos días de calores, nos puede refrescar. Hubo acogida inmediata.
Decidimos partir en la Van de Víctor.

Dirk, más atrás la Consuelo y Víctor
Víctor maniobró en la caseta, me pareció, de maneras aprendidas de Pancho. Un Pancho ausente, que se le echó de menos, con peguntas de qué será de él.

Tema inicial fue la huelga en los aeropuertos, que están impidiendo que mi hijo viaje a Santiago, a un matrimonio la noche anterior, y que un encuentro se pueda realizar, si no viajan otras personas. Notable como un simple escolló, una huelga, en un punto como el aeropuerto, repercute sistemáticamente tanto. Dependemos tanto unos de otros, es quizás la conclusión.

Víctor aplaudiéndole a las chicharras
Nos vamos por la ruta tradicional, a la cumbre, pasando por el tranque plástico, con poca agua en estos tiempos.
Los pastos han perdido su color verde y ya amarillean.
La ruta de Las Varas es suave al principio y se pone algo más pesada al final; pero ni tanto.

Llegaremos a la canaleta, declaramos ese punto la cumbre, donde descansamos y comemos y nos devolvemos por la canaleta, en la dirección que corren las aguas.
Esto hasta el tranque terminal de este canal.

la Consuelo; detrás Víctor
Un hecho notable, de este grupo de viejos, algunos; es que en un momento a mi se me ocurre mostrarles a mi nieto y zas que salta Dirk mostrando el suyo. Algarabía de los demás y quedó como hecho memorable.

con mi nieto Beltrán
Dirk con su nieto
Otro hecho destacable, es que Víctor que venía llegando de un viaje por la carretera austral, anduvo navegando por el lago general Carrera, el mismo día y hora en que lo hacía Tompkins, con las consecuencias por todos conocidos.
Efectivamente el viento era fenomenal, pero Víctor iba en una barcaza, siendo que Douglas lo hacía en canoa.

caminando por la orilla de la canaleta aguas abajo
Acordamos celebrar el fin de año, el domingo subsiguiente, inmediatamente después de año nuevo. Así que prepárense y traigan algo especial para tomar o comer.

Consuelo
Se oían chicharras en forma intermitente. De repente pasamos por algunos árboles que rugían con el ruido de las chicharras. Víctor tenía un secreto: si te ponías a aplaudir, estas se te paraban en el hombro.
Dos veces lo hicieron; no pasó.

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