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miércoles, 2 de enero de 2019

Despedida del 2018

Domingo 30 de diciembre, muchos aprovechan de fusionar el fin de semana con el feriado del
primero de enero. Víctor y Pancho se encuentran puntualmente y en dúo deciden Las Varas.

Yo, Soledad, en el intertanto unos minutos después, acompañada de mis dos hijos: Tomás recién
llegado de dos años en Australia y haber estado después en África y países del sudeste de Asia y
Guillermo, convaleciente de Mononucleosis y que acostumbra a tirarse en bicicleta cerro abajo
por las Varas a gran velocidad, concuerdan que esta caminata con la generación mayor es una
buena alternativa de reinicio de actividad al aire libre.

Pancho, Víctor, Guillermo y Tomás
En las Varas, aparecen los fieles perros que siempre nos acompañan y nos saludan exaltados,
parecían querer “decirnos” algo. La intuición que proviene de conocernos unos años hace que
tomemos el mismo camino y cerca del tranque alcanzamos a Víctor y Pancho, quizás era eso lo
que decían los perros o que Pancho estaba lesionado de una pierna y caminaba con lentitud por el
dolor.

Víctor, Guillermo y Tomás
En el camino, algunas flores de cactus, las del chagual ya se secaron, muchos conejos saltan y los
perros parecen no estar hambrientos o haber perdido su capacidad de cazar y solo los hacen
correr. Al llegar a la canaleta sobrevuela muy cerca un águila juvenil esplendorosa, con colores
jaspeados y su cabeza que semejaba las lechuzas, nos hizo dudar de que especie se trataba. Los
perros siempre se ubican en la mejor sombra por lo que tuvimos que subir más para compartir a la
sombra de un guayacán. Casi no había ciclistas, probablemente porque era un fin de semana de
fiestas y trasnoches.

perros sacándose pulgas
Al regreso Pancho por su cojera prefirió bajar por donde mismo con Víctor, mientras yo quise
mostrar a Tomás y Guille, el lindo sonido del sendero bordeando la canaleta, donde se nos
cruzaron varias culebras y reconocimos una piel completa de una culebra que confundí con
plástico al principio.

Por distintos caminos, llegamos a los autos al mismo tiempo para despedirnos y desear a Pancho
que su lesión no sea seria y se recupere pronto.

Un abrazo a todos los subecerros con deseos de que la salud nos acompañe, la alegría no nos
abandone, los cerros no se muevan de donde están y nos sigan sorprendiendo.

FELIZ AÑO 2019!!

(texto de Soledad Tagle)

2 comentarios:

  1. Anónimo6:42 p.m.

    Muy Feliz año 2019 a todos los Subecerros.
    Espero que los desaparecidos aparezcan durante este año.
    Un abrazo,

    Francisco

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  2. Que bueno el reporte Soledad!
    Esperemos que el 2019 nos siga juntando a todos los subecerros!!

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