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viernes, 10 de septiembre de 2010

Al Pochocón con la metafísica y Heráclito

Esta vez somos cuatro, con la aparición de Martín Wieland, cuñado de la Rebeca. Aparte de él vamos la Rebeca, Pancho y Yo.

Supe posteriormente que Pancho Balart fue campeón nacional de salto con garrocha cuando estaba en el colegio como a los 15 años. Una buena sorpresa fue para mi enterarme.


Bueno, nuevamente cruzamos el puente Ñilhue, el nuevo y agarramos el camino que sale a la izquierda inmediatamente a continuación. La idea era llegar nuevamente a la cumbre del Pochocón.

Esta vez subimos con el auto hasta más allá de donde lo habíamos dejado antes. Subimos un buen poco en el auto, incluso con Pancho y Martín que tuvieron que bajarse a correr piedras para que el auto no topara.
A la vuelta nos topamos con, creo que José Toribio Herrera, el dueño del lugar, que nos amonestó por haber entrado a recinto privado. Al final con la diplomacia y caballerosidad de Martín, nos ganamos su simpatía y nos autorizó a seguir subiendo, pero dejando el auto donde antes lo dejábamos.

Decidimos tomar la ruta empinada, saliéndonos del camino tempranamente, hacia la izquierda. Arremetimos hacia arriba, con esa sensación de subida esforzada, del ejercicio más fuerte, para gusto y satisfacción del grupo que éramos. Ya nos hacía falta un poco de buen ejercicio.


En un momento nos distrajimos conversando con la Rebeca, y Pancho con Martín nos pasaron sin vernos, por una variante y de ello nos percatamos cuando a lo lejos los divisamos. Les chiflamos y nos esperaron ya doblando hacia la derecha, con la vista del Pochoco y Pochocón a nuestra izquierda subiendo.

No se porque, pero ese día se dio mucha conversación a partir de este video de Rafael Echeverría, con un Martín que había ido a una conferencia reciente del mismo, lo que dio para que le diéramos, como se dice a estos temas de la filosofía metafísica versus la Heracliteana de la acción y la transformación, con el lenguaje en su nuevo rol de constructor de realidades y mundos. Muy entretenido sostener estas elucubraciones en estos parajes, en esta época del año primaveral, con el pasto verde que emerge por todas partes.

Pasamos por el lugar de nuestro futuro ágape, asado o festín de algún tipo, por las facilidades ahí disponibles y arremetimos a la cumbre del Pochocón, hasta alcanzarla.

Esta cumbre es especialmente notable, por su vista verdaderamente circular, de 360 grados. La cordillera se ve en toda su magnitud, de norte a sur; como también el Pochoco desde arriba y detrás la ciudad de Santiago.


Bueno, ahí nos comimos las naranjas de Pancho y unas galletas que traía la Rebeca y después de una grata estadía y descanso ahí, decidimos volver simplemente, por el camino largo, y como un decir, pavimentado.

Conversando, conversando sin parar, llegamos hasta el auto y luego a nuestro encuentro con Toribio.

Un excelente día, con buenas conversaciones y un grupo en su punto. Y siempre, con Martín, instancias de reírnos de buen gusto.

Nota: estas fueron las únicas tres fotos sacadas ese día, por Pancho Balart, con su blackburry.

2 comentarios:

  1. F Toyos10:09 a.m.

    Hace mucho tiempo cuando recien se construyo ese camino, una vez encontre en una camioneta a Hernan Cabezas que dijo ser el dueño de toso eso, me dio su direccion Av 11 de septiembre 2250 of: 1506 y sus telefonos 234-2014 o 09-811-6850.
    Los guarde con la idea de alguna vez pedirle permiso para hacer un asado en esa magnifica explanada que esta casi al llegar a la cumbre del Pochocon. En esa epoca la gran mesa estaba en una explanada perfecta un poco mas arriba de donde esta ahora la implementacion.
    Al saber de la existencia del Toribio, claramente o cambio de dueño, o hay un comflico de propiedades o alguien miente.
    Ojala un dia organicemos algo en ese lugar.
    Saludos,

    Francisco Toyos

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  2. Anónimo10:35 a.m.

    Me encanta esa ruta. ¿Cuándo el "ágape"? Me alegro Francisco Toyos que te guste este lugar, en una de esas te entusiasmas y si organizamos un asado te tendremos nuevamente con nosotros.

    Consuelo

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