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domingo, 1 de junio de 2014

Danzas y respiraciones en el Potrerito

Llego con mis dos asociados de Deltabid, Erkki y Rain, al punto de encuentro. Luego van llegando Manena Fontova, Pancho, Dirk, Anne Marie y Mireya.

recién tocados por el sol
Día completamente despejado, frío. Optamos por volver al Potrerito, que a varios les gustó mucho del domingo pasado y otros que querían conocerlo.
Nos vamos en dos autos.

descanso en la roca del Potrerito
Llegamos a la planicie, a la roca y hacemos un descanso.
Dirk aprovecha de hacernos un ejercicio de enseñarnos a respirar. Todos al suelo, de espaldas, rodillas levantadas, manos en el ombligo, de manera de sentir el subir y bajar del estómago con la respiración.
Se trata de respirar desde el estómago, que es la forma de ampliar más la capacidad de entrada de aire. Y la otra cosa es dejarse respirar, no empujar la respiración. El organismo respira automáticamente; la idea es sentir ese impulso respirante, vital además.

Erkki y Rain de Estonia
Erkki y Rain optan por arremeter solos a mayores alturas y acordamos reunirnos en esa misma roca a las 12.

allá se van Erkki y Rain; Manena y Anne Marie
Nosotros discutimos el rumbo a tomar. Los hombres diferíamos en el destino, así que optamos por pasarles el liderazgo a las mujeres. Mireya tomó el guante y nos llevó primero al agua y luego a un punto intermedio entre las dos cumbres clásicas: las grandes rocas y la ahora llamada cumbre del sexo.

Mireya, Dirk, Manena, Anne Marie y Pancho
Gabriel, Manena, Mireya, Pancho y Anne Marie
Sentados en unas rocas, comimos naranjas, mandarinas, frutos secos en abundancia. Hablé de los erizos que había comprado el día anterior en un localcito en Manuel Montt 1591 (link), que me esperaban a la hora de almuerzo. Parece que este tema activo las glándulas salivales, que nos comimos casi todos los frutos secos, que eran muchos.

Mireya y Manena
De vuelta en la roca en el Potrerito, Anne Marie nos dirigió una danza búlgara de elevación y sanación, en que figurábamos todos dando vueltas en círculos alrededor de un equipo de radio en el suelo, con una música adhoc.

Manena, Mireya y Pancho, en la cumbre
Erkki y Rain llegaron a tiempo para integrarse a ella.

Dirk y más atrás la Manena
Pancho, Mireya, Erkki y Rain
Luego descendimos en animada conversación, donde yo me puse último para conversar con los estonios que nos habían dejado por buena parte del paseo.

danza búlagar liderada por Anne Marie
Rain y Erkki en primer plano
Me enteré que en Estonia la altura máxima del país no supera a nuestro cerro San Cristóbal, razón por la cual estos parajes son bastante impresionantes para ellos.

Dirk, haciéndole señas a Erkki y Rain
Llegamos a los autos, nos repartimos de la misma forma que nos vinimos y descendemos, yo manejando, mientras Pancho hablan en el asiento de atrás de negocios.

Manena en descenso
Un excelente día, un estupendo escenario, ejercicio y buena conversa; que más se puede pedir.

(los erizos, estupendos, grandes, nortinos, mas que recomendables)

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