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miércoles, 29 de abril de 2015

Al Potrerito con el tío Dirk

Este domingo recién pasado se juntó un grupo que no pensé llegaría, pues la ciudad estaba cubierta por una baja neblina, que incluso me hizo pensar que llovería.
Miro el Weather Channel y hablaba de día despejado con máxima temperatura 24 grados.

el Potrerito
Al llegar a la bomba Shell ya habían tres personas, la Alejandra Cambiaso (de visita en Santiago en sus vacaciones), la Consuelo y Eugenio. Después llegó Víctor, Martín Wielandt y Dirk. Conmigo fuimos siete.

Víctor, Alejandra, Consuelo, tío Dirk y Eugenio
Destino acordado El Potrerito. Medio, el bus escolar de Dirk, con todos arriba.
Con la Alejandra y Martín arriba, la conversación fue animada desde el principio.

El tío Dirk nos llevó sanos y salvos de ida y de vuelta, y no puso música de Mazapán, que tenía para los niños que transporta, para no interferir con la conversación.

era mas bello en vivo
El día estuvo despejado todo el tiempo; incluso ya en la bomba Shell. Era para abajo que estaba nublado.

Ya caminando, me fui atrás, conversando con la Alejandra y el resto del grupo se perdió para adelante. Más adelante, aparecieron por debajo de nosotros, pues se había perdido.

el grupo se aleja, me quedo más atrás con la Alejandra
Llegamos al plano del Potrerito e hicimos un largo descanso en la piedra. Algunos a esa altura se sacaron el polerón. (que pasa con Pancho Balart, que volvió a faltar !).
Había algunos que veían smog subiendo por el cajón del lado. Otros lo interpretaron como cenizas del Calbuco que hizo erupción hace pocos días en la zona de Puerto Montt.

en el descanso en la roca
De ahí seguimos por el borde izquierdo, hasta un punto, previo a la habitual cumbre, que tenía una vista privilegiada del valle por el que veníamos.
Ahí nos instalamos, con una pared de rocas en la espalda, y buenas piedras de asientos.
Comimos frutos secos diversos, mandarinas, plátano, etc. maní. Abundante. Ah, chocolate de la Alejandra.

Dirk, en la contemplativa
El tema fueron los cagazos político-financieros de la ciudad. Una sensación negativa de decepción y pocas esperanzas.
Esa noche iría a ver la película de Karadima (que no se la recomiendo a nadie), que me dejó literalmente deprimido.
Una sensación de cerrazón y, como algunos dijeron en el cerro, si es el ser humano que somos el como las huevas.
No puedo conformarme con este juicio.

en lo que fue la cumbre de ese día
Bueno, después de un buen rato, volvimos por nuestros pasos. Las dos mujeres, se quedaron muy atrás conversando. pero muy atrás. Yo creo que no querían volver simplemente.

Alejandra y Consuelo
Ya cerca del auto las esperé y llegamos los tres cuando todos los demás estaban sentados adentro del auto, esperando hacía rato.

Víctor
Buena onda de vuelta, con bromas y conversación.
Otro buen día de naturaleza, buen aire (porque el de Santiago está re malo), ejercicio y un buen grupo.

Eugenio

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