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lunes, 3 de abril de 2017

Caballerizas en abril

Llego a la Terpel (Eugenio) y veo el auto de Pancho, me cuenta que se acostó hace poco rato ya que hubo fiesta en su casa. Admiro el entusiasmo de Pancho, yo no habría hecho ni el intento de levantarme.
En la bomba veo a Gabriel que está haciendo un chequeo completo a los niveles de su auto, le revisan y agregan líquidos variados.
En unos minutos llega Víctor con auto nuevo, y más atrás Anne Marie con Francisco Toyos. Completamos seis.

Francisco, José Luis Ibañez y Gabriel
Una rápida conversa con los saludos y decidimos partir a las caballerizas. Como es habitual, Víctor ofrece su auto de tres corridas de asientos y dejamos los demás en el Líder.

Francisco, José Luis y su amigo
La mañana está fría así que partimos caminando abrigados, optamos por subir por la suave y bajar por la empinada. La conversación surge espontánea, yo hacía varias semanas que no aparecía así que traté de ponerme al día con algunos, también la falta de ejercicio me pasa la cuenta.
A medida que avanza la caminata nos empieza a llegar más sol y sube la temperatura, comienza el desabrigue y sigue la caminata que sube gradualmente.
La tierra se ve reseca, polvillo abundante al pisar, ojalá no tengamos año seco, cuanta vegetación no aguantaría. Se advierte una bruma en el aire, pensamos que se trata de humedad ambiente.

José Luis Ibañez,  Anne Marie, Francisco (de espaldas), Víctor, Eugenio, amigo de José Luis y Pancho de espaldas
La caravana se separa en parejas, Pancho va a su ritmo, sube a velocidad constante, es como un tractor que toma su ritmo y lo mantiene.
Llegamos al quillay grande, donde nos reagrupamos y tomamos algo de líquido. Nos damos cuenta que lo que creímos era bruma es en realidad una capa densa y café de smog que avanza visiblemente hacia el oriente. La vista de la ciudad no deja de sorprender por el rápido avance que ha tenido hacia el oriente.

Pancho, Eugenio y atrás la Anne Marie
Retomamos la subida y en la puerta que se ubica cuando ya se llega arriba, vemos que Gabriel y Fco. Toyos están en animada conversa con unos conocidos (José Luis Ibañez con un amigo), mencionan a varios personajes habituales en los cerros, intercambian celulares y se comprometen a tomar contacto.

se aprecia lo seco del terreno
Llegamos a la mesita del pic nic y compartimos lo habitual, Anne Marie aporta unos kiwis y cáscaras de pomelo confitadas que tienen muy buena aceptación, Francisco Toyos nos convida unas frutas liofilizadas y otras deshidratadas, notables diferencias.

Anne Marie adelante y detrás Pancho y Francisco
Terminada la pausa retomamos el camino hacia la bajada, me voy adelante con Gabriel, quien me comenta de sus grupos de conversación y algunos otros temas relacionados con su trabajo como coach. Conversamos de los integrantes de los subecerros que se han alejado y hace tanto que no sabemos de ellos. Gabriel me cuenta de los que iniciaron el grupo, y de los que se han integrado después.

Eugenio en la delantera y detrás Víctor y Anne Marie
El terreno está seco pero no resbaloso así que le damos a la bajada a buen ritmo.
Nos llama la atención tanto cerco nuevo, polines y varias hebras de alambres de púas, se ve que están preparándose para poner controles y trabas al ingreso, vemos puertas de fierro sólidas, con cerraduras y púas listas para ser instaladas. Ya veremos en que termina esto.

Llegamos al auto de Víctor y de vuelta al estacionamiento del Líder donde nos despedimos hasta el próximo domingo con la rica sensación de haber cargado las pilas con una mañana de ejercicio, conversa y disfrute de la naturaleza.

(texto de Eugenio Lagos)

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