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domingo, 28 de diciembre de 2014

Descubriendo la Quebrada seca

Paso a buscar a Fernando Saavedra a las 8 en punto. Llegamos a la Shell como 20 minutos antes, así que pasamos a comernos algo al local de la estación de servicio.
Ahí estábamos sentados y vimos llegar a José, luego la Jeanie y a Dirk.

el Charol, Fernando Saavedra, Dirk
Al ir a su encuentro, la Jeanie nos dijo que ya estaba el destino decidido. Fernando le hizo una propuesta que la Jeanie no pudo rechazar: quería llevarnos a una ruta nueva, en el km 8,5 del camino a Farellones, que llamó "Quebrada seca".

ascenso en fila india; Fernando liderando
Para allá partimos en el auto de José, un Jeep Cherokee rojo. Cuando habíamos llegado, recibo llamado de mi hija Andrea y su pareja Pablo, que venían detrás de nosotros. Los esperamos y con ellos completamos el grupo de 7 que seriamos.

hay un punto desde donde se ve el manchó verde del
Vallecito y justo arriba, el Alto del Naranjo
Para tomar esta ruta hay que pasar por la casa del Charol o Charola, no lo se bien. Fernando tiene una larga relación con él y fuimos presentados formalmente, para poder acceder en el futuro por ahí.
El Charol, que vive ahí con su familia, nieto incluido, nos acogió amablemente. Conversamos con él un rato y luego iniciamos la caminata cerro arriba, por esta estrecha quebrada.

manchón amarillo
En la primera parte, muros de rocas de gran altura nos rodeaban. En algún punto, nos elevamos por una subida empinada y pasamos a algo mas suave, tanto en el ascenso, como en la geografía alrededor nuestro.

jardín multicolor
Fernando iba en la delantera; él nos había traído aquí y por lo tanto íbamos a su ritmo. A sus 83 años, no podía ser muy rápido; para mi estaba bien, pues disfrutaba mirando alrededor.

la Jeanie en la delantera, Dirk detrás
Efectivamente era un ascenso más bien sombreado, cosa que Fernando había augurado, especialmente por la vegetación en que andaríamos. Si hasta por el bosque de Blanca Nieves anduvimos; una bella y breve formación boscosa.

lo primero que atrapó mi atención en la casa del ermitaño
Pablo, es este lechoncito alimentándose de su mamá
El sendero era firme y claro, nos enteramos que la razón era que más arriba vivía un ermitaño, Pablo, rodeado de chanchos, cabras, corderos y gallinas.
Efectivamente a su casa llegamos, pero él no estaba. Ni para mediaagua daba, en un estado bastante deplorable y lleno de animales tirados por todos lados; chanchos más que nada.

corral con caballo, en la casa de Pablo, el ermitaño
En un momento, la Jeanie, Dirk, José y yo, pasamos adelante y arremetimos a un ritmo de verdadero ejercicio para nosotros. Pasamos la casa de Pablo y seguimos un tanto más adelante, donde bajo una sombra hicimos nuestro habitual pic-nic y comimos frutos secos de Jose y Dirk.
Echamos de menos las naranjas de Pancho, por supuesto.

la casa del ermitaño Pablo, con bandera chilena
Al volver, pasamos por la casa de Pablo y ahí estaban todos los faltantes. Pablo, el pololo de la Andrea, mi hija, muy dedicado a la fotografía.

chancho macho, la hembra al lado y el hijo al otro lado
El paseo muy bello, con mucho verde, brisa que sube por la quebrada, que nos refrescó en este día totalmente despejado, con una temperatura presupuestada de 32 grados; aparte de lo boscosa de la ruta. Muy recomendable para esta época del año.

el gallo que nos recibió donde el ermitaño Pablo
De los temas, uno fue la recomendación de una experta en golfing, un tratamiento moderno para dolores extraños de por aquí y por allá. El dato es Paulina Cordova, su fono es el 7-9687186 y su mail es paulina7000@gmail.com, atiende para Rolfing y Pilates en Colon 7000, un local en el primer piso.(Dirk's) ...
partiendo del punto de cumbre, Dirk, Jeanie y José
Y con la Jeanie, buenas conversas más elevadas, de los vedantas, escuela de la que sabe bastante, y de cuyas fuentes me respondió a la inquietud histórica mía, de porqué es malo mentir.
La mentira es una acción del Ego, que busca engañar. Los vedantas solo atienden al desarrollo y mirada interior. De ahí la meditación y tener el órgano de observación del propio interior lo más limpia posible, y tanto la mentira como la duda, nos señaló la Jeanie, pervierten la mirada verdadera y desinteresada, necesaria para el desarrollo interior.

La Jeanie dicta unos talleres de estos temas, que bien vale la pena darse una vuelta.

1 comentario:

  1. Hermoso paseo, lugar nuevo y grupo grato, me gustó mucho conocer a Fernando y escuchar atentamente su historia. Q se repita, abrazos!

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